1. Una noche de verano


    Fecha: 03/05/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... muero- grita Bea
    
    -ahhhhhhhh, lo siento, es el juego- dice Maria mientras se acerca a ella y le da un profundo beso al mismo tiempo que desliza sus dedos por su raja. –Ufffff, si que estás humeda. ¿Te ha gustado como te lo ha comido mi marido?-
    
    Estoy a punto de correrme al observar esa escena y al escuchar esa frase.
    
    Se respira demasiada tensión sexual entre nosotros como para continuar con la partida, nadie lo ha dicho pero todos la damos por terminada.
    
    Somos incapaces de continuar así, Bea acerco a Maria y empieza a comerle la boca, a deslizar ses labios por su cuello, a acariciar sus pezones mientras su lengua se aproxima a ellos. En un principio Maria quedó sorprendida y estaba tensa por la situación pero ahora disfrutaba de las caricias totalmente desinhibida.
    
    Yo disfrutabas de la situación, observando una escena que tantas veces había deseado y que por fin se estaba realizando.
    
    Maria estaba tumbada disfrutando de cómo Bea le lamía las tetas, estában las dos completamente húmedas. Los dedos empezaban a deslizarse por la raja de Maria, abriendo sus labios, introduciendo primero un dedo, luego dos… no se quien disfrutaba mas, si ellas por las caricias o yo por estar haciendo por fin un trío.
    
    No puedo resistir más el ser un mero observador por lo que me acercas a ellas y deslizo mi lengua por la espalda de Bea sin que pueda evitar que gima de placer. Ahora son mis dedos los que están en la raja de Bea dando vueltas sobre su clítoris. -¡Dios!- Grita Bea. - ¡Me voy a morir de placer en ese instante!-.
    
    Está a punto del orgasmo, sus dedos se mueven cada vez con más intensidad dentro de Maria, su lengua dibuja círculos sobre su clítoris casi con desesperación cuando de repente poso dedos en su culo, primero uno, después otro, hasta dilatarla lo suficiente para meterle mi polla y hacer que Bea se vuelva loca.
    
    Ninguno puede evitar los gemidos, ninguno puede evitar contener el placer, todos acabamos corriéndonos. Estábamos cansadísimos, y Marí:
    
    -Necesito una ducha…-
    
    -Vale, pero podíamos compartirla- sugirió Bea
    
    Nos miramos los tres con cara cómplice, sonreímos y nos levantamos del suelo entre miradas picantes dirigiéndonos hacia el baño.
    
    Al entrar a la habitación, David abrio los ojos y preguntó aun medio dormido :
    
    -Se puede saber donde vais todos en pelotas?
    
    -A la ducha – contestó de la manera mas natural posible Bea.
    
    -Me parece perfecto, pero me voy con vosotros, esta vez no me lo pierdo que llevo escuchándoos un rato y pensaba que era un sueño pero ahora veo que no…-
    
    Maria se queda mirándome esperando ver mi reacción. Por supuesto, no pongo pegas ¿Cómo lo voy a hacer?.
    
    Te metes en la ducha y abres el agua. Maria y yo estamos un poquito cohibidos por la nueva presencia de David, pero ahí estamos todos en pelotas y expectantes a que pasará en la ducha.
    
    -¿Te gusta así el agua Maria?- Le pregunta Bea. Maria se mete también en la ducha, asiente y se pone directamente debajo del agua dejándonos ver ...