El Niñero Perfecto – Capítulo 02 - Relatos Eróticos

El Niñero Perfecto – Capítulo 02

... mi verga y se la puse en la entrada del culo, presioné y encontré resistencia natural, pero en esta ocasión Dash ya no podía oponerse a mi entrada, así que hice lo que todo macho debe hacer cuando encuentra una hembra virgen estrecha. Forzar la entrada hasta que se enfunde toda tu polla en la cavidad a la que están entrando, si le duele, si hay desgarre no importa y si sangra es solo una bonificación, la sangre ayudará a que tu polla entre con mayor facilidad.

Dash dio un sonoro grito, que creo que mis vecinos pudieron escuchar a pesar de que la casa es casi insonorizada, si surge algún problema me ocuparé después de ello, ahora lo importante es concentrarme en mi hembra y su apretado culito.

Traspasé el primer anillo de músculo rompiéndolo por completo, la sangre que sale de su anito es la evidencia de que ya no es virgencito, acaba de convertirse en toda una hembra, forcé mi gruesa polla hasta el fondo y empecé a embestirlo sintiendo la estrechez de su culo, no dejé que se acostumbre, es mejor cuando se acostumbran siendo embestidos, quiero entrenarlo bien, además de dejarle un buen recuerdo.

Él lo hizo, me violó, me está metiendo su asqueroso y lo odio, lo odio, me duele demasiado, no sabía que Ramón tuviese una polla tan gruesa y larga, es un animal en todos los sentidos, lo odio, no me olvidaré de esto, me vengaré, lo mataré, así como está matando mi alma en este momento.

Follar a mi chico es tan celestial, ufff es increíble, todo este tiempo desperdiciado mientras podría haberme dado gusto con este culito, ¡Ohhh sí, es increíble!

Dash estaba como ido, como pensando en algo, pero no dejaría que se llene de pensamientos negativos que solo le causarían sufrimiento, le demostraré que lo que quiere es verga y siempre será la mía la que lo complazca primero, mi verga es la que le dará mayor placer.

Su pequeña polla, error, su gran clítoris estaba caído, es momento de darle una buena estimulada. Agarré su penecito y empecé a masturbarlo mientras lo embestía, aunque no quería su clítoris empezó a despertar, además gimió cuando di en el ángulo correcto y encontré su próstata, eso fue todo, encontrando el ángulo adecuado, le di duro y parejo, salvajemente aplasté su próstata con mi verga, el placer que le provoqué a su cuerpo no lo pudo resistir por mucho tiempo, empezó a temblar y gritar mi nombre.

Dash se entregó por completo al placer, estaba completamente nublado por el éxtasis y yo estaba completamente enardecido follándolo.

Giré a Dash y lo dejé de perrita, lo follé con todas mis fuerzas, le di nalgadas, le mordí el otro hombro hasta dejarle mi marca y su piel empezó a sangrar. Hice palanca con su cabello el cual agarré fuerte y templaba hacia atrás mientras lo follaba, Dash se entregó por completo a mí y yo aproveché para entregarle todo el placer.

Era momento de aprender su lección de perra: Toda perra deja de pensar cuando tiene a un buen macho follando su culo.

Para hacerle entender esta valiosa lección dejé de ...