1. Anhel gusta del oral, le fascina el anal, le encanta follar


    Fecha: 02/05/2019, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... relatos, por este lado del mundo es raro tener comunicación con los vecinos y quizá yo sea el de la buena suerte, pues he tenido la fortuna de conocer más que todo a algunas vecinas. Raras veces saludé en la distancia a la madre de Anhel y ni esta ni su hermana aparecían por aquella casa. Un buen día menos esperado volvió a sonar el timbre y veo que es Anhel. Tiene problemas en sacar las llaves de su coche y se le hace imposible en sacar la llave de la casa del llavero. Me pide ayuda y salgo con ella hacia el guardacoches de su casa. Ese día no dejó de provocarme una erección que intenté disimular, pues ese día me tomé el tiempo de dirigir algunas miradas al escultural cuerpo de esta linda mujer. Llevaba un pantalón blanco de licra bien ceñido a su sensual cuerpo… ¡qué culo se le miraba! Y esa tela le hacía un hueco en la panochita que no creo llevaba tanga alguna. Ese pantalón tenía de adorno una tela como malla en los laterales, que dejaba ver la piel de esta mujer del tobillo a la cintura. Su camiseta también era ceñida a su cuerpo y esos melones se miraban deliciosos. Ese día aprecié mejor su belleza y tenía unos bonitos ojos verdes, siempre usando delineador, cejas depiladas, nariz diminuta y unos labios rojos gruesos y carnudos. Su piel a pesar de que su madre era de piel oscura, Anhel era en sí mucho más clara, algo así como una piel latina oscura. Ella se subió al lado del pasajero de su Land Rover y me llenó con su perfume dulce mientras intentaba remover las llaves de su coche. Anhel no sé sí lo hizo a propósito o no había puesto atención, pues su coche siendo de transmisión automática debía estar en posición de estacionado y ella lo había dejado en reversa y era por eso por lo que no soltaba las llaves.
    
    Una vez le explicaba lo que había sucedido, saliendo del guardacoches me ofreció una cerveza. La verdad estaba haciendo mucho calor y después de decirme que nadie se encontraba en casa y era obvio, pues de otra manera no hubiese ido a mi casa en busca de ayuda, la acepté más que todo pues quería seguir gozando de ver a esta linda chica y lo sensual de cómo vestía. Entramos a su casa, la cual ya había visitado antes invitado por el dueño anterior, Anhel me extendió la cerveza y me pidió que la esperara unos segundos mientras ella se cambiaba a algo más cómodo según ella.
    
    La he visto bajar y no sé cómo mi rostro haya reaccionado, pues Anhel llevaba uno de esos pantalones cortos que me mostraban la mitad de las nalgas y una camiseta suelta desmangada por donde podía ver una buena porción de sus melones, pues no vestía sostén. Intentaba esconder mi erección tomando asiento y Anhel se dirigió de nuevo al refrigerador y tomó también una cerveza he hicimos un ademán de brindis.
    
    La verdad que aunque gozaba de ver a esta chica, a la vez me incomodaba. A ese punto de mi vida nunca había intentado en ligarme a una chica de esa edad y aunque sí me había llevado a la cama a chicas jóvenes, creo que a la más joven en esa época era una chica ...
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