1. Anhel gusta del oral, le fascina el anal, le encanta follar


    Fecha: 02/05/2019, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... de alguien que me masajeaba el falo. Pensé que era parte de un sueño, pero escuché la risa de Anhel diciéndome: ¡Has dormido como un campeón!
    
    No sabía conciliar si lo que estaba frente a mi era la realidad o una fantasía empujada por la marihuana que había consumido. Me costó reaccionar y solo sentía como Anhel me pajeaba la verga y sentía como sus labios me atrapaban el glande que lo chupaba como si se tratase de un caramelo. Ella me dijo con su sonrisa coqueta: ¡Sigues siendo mi novio… no ha terminado el día!
    
    Nunca imaginé que a una chica de solo 18 años se sintiera atraída por un hombre de 38. Y aunque no lo concebía, ahí estaba la traviesa de Anhel chupando como un caramelo mi verga. Reaccionando a la realidad le he preguntado y hemos tenido una breve plática que me hace despertar por completo:
    
    -¿Te puedo dar un beso?
    
    -¿Solo uno? ¿Por qué no mejor me comes a besos?
    
    -Eso es lo que quisiera… ¿puedo?
    
    -Soy tu novia hasta el día de mañana… y te doy permiso. -me dijo frunciendo sus labios.
    
    Me lancé por sobre ella y solo tenía una camiseta que le quedaba como minifalda. No llevaba sostén y solo vestía una tanga de color azul. He hecho de un lado la camiseta y me apodero de sus suculentos melones y comienzo a besar sus pezones. Cerró los ojos y comenzó a gemir del placer y yo no lo podía creer que estaba a punto de follar con una chica de tan solo 18 años. Le besaba el cuello mientras mis manos masajeaban sus pechos y pezones y miraba su mirada ida en el placer y a pesar de que horas atrás había sido drogado accidentalmente me llegó la advertencia de mi consciente: No continues… puede quedar embarazada. – Aquel pensamiento me hizo que me ardieran los huevos y hice una pausa y le dije: -¡No tengo condones!
    
    Anhel me sonrió y con mucha confianza me dijo: -Tony, no te preocupes, yo uso la píldora. – La verdad que todo aquello me daba desconfianza, pero ya para ese tiempo las chicas tenían más información y mucha más libertad para conllevar estas aventuras. En la calentura del momento sentí la necesidad de confiar en sus palabras y proseguí chupando sus pezones mientras mis manos manoseaban sus ricos y duros glúteos o se llenaban de la miel que emanaba de su conchita cuando mis manos se hacían camino entre su tanga azul. Chupaba sus pezones y masajeaba con mis manos el clítoris que palpitaba y que según mi tacto era de medio tamaño. Anhel estaba sobreexcitada que en cinco minutos de aquel masaje explotó con un intenso orgasmo. Ella solo me pedía que le introdujera la verga, la clamaba, pero esto tuvo que esperar algunos minutos. Ella me comenzó a decir de una manera repetitiva mientras nos besábamos: -¡Eres malo… eres muy malo; no me diste tu verga!
    
    Sus senos eran de complexión redondas, con una areola grande y unos pezones cortos y también redondos. Ella me tomaba también del falo mientras nos besábamos y me decía al oído de una manera sugestiva: -Dime que me darás tu verga toda esta noche… dime que me harás pedazos con tu ...
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