El Profesor Fernando 3 - Relatos Eróticos

El Profesor Fernando 3

... follando.

Terminé siendo follado por los tres tíos diferentes, aquel tiarrón en primer lugar y tras él otros dos hombres que rondaban los cincuenta, usando mi culo y mi borrachera para jugar conmigo y con mi culo cuanto quisieron, incluso se intercambiaron varias veces y se alternaron para follarme una y otra vez mientras se intercambiaban.

Cuando todo terminó me limpié al quedar solo y me dispuse a salir. Vi entonces que los servicios parecían estar cerrados, y el parque entero. Saqué mi móvil del pantalón y flipé cuando vi que eran las dos y diez de la mañana.

Mirando la pantalla de mi móvil estaba cuando oí la voz de Kike tras de mí.

-¡Te quejarás, putón! Que lo he visto todo.

Miré a mi compañero y parecía igual que yo, borracho.

-No he hecho nada. –Logré decir mientras reía-.

-¿Cómo dices? Ja, ja… -Kike se descojonó vivo delante de mi desconcertada cara-. Te has pasado ahí dentro casi tres horas y han hecho contigo lo que les ha dado la gana lo menos seis o siete tíos.

-¿Cómo? –Flipé escandalizado-. ¿Qué dices de seis o siete?

-¡Pero si te he grabado y todo montando al guarda del parque como un auténtico golfo! ¡Cómo se te abre el culo, putón! ¿Qué no te acuerdas o qué?

Me quedé pensando un momento, pues ahora que Kike me decía todo aquello me venían flases a la mente y me iba acordando de cosas que parecía haber olvidado.

-Si hasta me has descargado a mí, te he perdido todo el respeto ya, ja, ja…

Miré a Kike con cara de bobo.

-Mira, lo tengo en el móvil. –Kike me agarró del cuello y me hizo empezar a caminar. Me dolía el culo-. Tu residencia ya ha cerrado por la hora que es, así que esta noche duermes en mi piso, ¿de acuerdo?

Yo no podía ni articular palabra debido a todo lo que mi mente me devolvía a modo de recuerdos. Acababa de haber servido como pasivo en una sesión de sexo múltiple, e incluso había permitido a Kike que me follara y se corriera en mi boca, tragándome toda su lefa mirando a cámara y demostrando la auténtica zorra que había en mí. Además íbamos a su casa, es decir, a casa de mi profesor Fernando que era precisamente el hermano de Kike.

Y así, andando por la calle mientras miraba en la pantalla de un móvil todo lo que había hecho, Kike y yo llegamos a su portal y subimos a su piso donde un día antes su hermano me había jodido el culo. Y el orgullo.

-Vas a dormir en mi habitación, ¿vale? Conmigo. –Me dijo Kike mientras íbamos en el ascensor-.

Mis remordimientos se hacían latentes al acordarme de Fernando.

-¿Y si está tu hermano? –Le pregunté-.

-Entraremos sin hacer ruido y nos meteremos en mi cuarto sin decir nada. Si acaso y pregunta o algo le diré que estamos pedos y ya está. No creo que se entere de que estás aquí.

-¿Podría ducharme? –Me sentía sucio, me olía en mí mismo a otros tíos, y sentía mi culo empapado por las corridas que llevaría en mi interior. Y el interior de mis muslos estaban pegajosos. Necesitaba una ducha-.

-Tenemos baño y ducha individual ...