1. PIEL CANELA: El secreto de mi papá


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Gays Autor: Mateo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... de caverna formada por un montón de rocas grandes, en ese potrero solo pastaban caballos que aún no eran domados, así que ningún vaquero podría pasar por ahí.
    
    Dejé amarrando mi caballo a unos 200 metros de la cueva, camine hasta ahí tratando de que sus caballos no me vean, ya que al verme empezarían a relinchar, aunque como por el potrero habían más caballos, era fácil suponer que relincharían por eso.
    
    Al estar al lado de la cueva, me acerqué para poder ver por una de las grietas que hay entre las rocas; ahí vi algo espectacular, mi padre le comía la boca a Reynaldo con pasión, mientras lo besaba le tocaba las nalgas y se las amasaba con sus grandes manos de varón. Mi padre tenía que bajar un poco la cabeza para besar a Reynaldo, ya que este era más pequeño, mi padre era de metro ochenta igual que yo, y muy robusto a pesar de sus 50 años, se mantenía en buena forma y parecía tener apenas unos 40 o 45 años.
    
    Mientras se besaban, Javier le iba quitando el polo a Reynaldo hasta dejarlo completamente desnudo, su cuerpecito era un deleite para mis ojos, tenía unas nalgas redonditas y paraditas, casi podía sentir lo duras que eran; luego, mi padre se desnudó totalmente, era magnifico, su cuerpo era casi perfecto, piel blanca y tersa, abdomen y pectorales un poco marcados, en el pecho tenía un poco de vellosidad, al igual que en sus brazos, piernas, y alrededor del gigantesco pene que ya estaba totalmente duro y emanando líquido preseminal que caía al suelo, formando un grueso hilo transparente; sus testículos parecían los de un toro, rosados, grandes, y colgantes.
    
    El pene de Reynaldo también se estaba poniendo duro, a diferencia de mi padre, Rey tenía la polla morenita, y mucho más pequeña, ya que la de Javier fácilmente llegaba a los 22 cm y con un grosor descomunal, parecía un caballo, desde la cabeza hasta la base era del mismo grosor, con venas que resaltaban y parecían querer estallar de lo dura que estaba, el prepucio se había retraído dejando al descubierto un glande rosado oscuro.
    
    Después de besarse un largo rato, Reynaldo empezó a descender dándole besos en el pecho a mi padre, hasta quedar de rodillas frente a su colosal verga que apuntaba hacia arriba con una ligera curvatura, sin duda, un pene exquisito.
    
    Rey lamió primero las bolas hasta dejarlas completamente mojadas, las chupaba metiéndoselas enteras a la boca, sacando de mi padre intensos gemidos de placer mientras de jalaba lentamente el tronco de carne que su mano apenas lograba rodear con sus dedos, por lo gruesa que era. Una vez que terminó de chuparle los huevos, se metió la cabeza del pene a la boca y lo chupó con suavidad y fuerza a la vez, poco a poco iba comiéndose los 22 cm de Javier, quién solo atinaba a tomar a Reynaldo por el pelo ensortijado y dirigir los movimientos de su cabeza, hasta llegar el momento en el que mi padre empezara a mover su cadera follándole la boca a Reynaldo, el cual se ahogaba al sentir la invasión de su garganta por tan grande tronco ...
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