1. Los hermanos (capítulo 4)


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    ... tragaste... hum... fue mucho.
    
    Llegamos a la casa ya tarde, para mala suerte Hugo estaba en el portal esperando, me pareció que Lázaro se sentía orgulloso de lo que había hecho, o quizá yo de inocente caí en la trampa. Cuando nos acercamos Hugo se levantó y se metió en su cuarto, yo le seguí. Cuando entré en el cuarto, Hugo me miró con malas purgas.
    
    - ¡Quítate la ropa! - me dijo con dureza, pero al ver mi confusión me grito.- ¡Cojones, maricón de mierda, te dije que te quitaras la ropa!
    
    Le obedecí, él me hizo acostarme en la cama, me abrió las nalgas y miro mi culo que seguro estaría medio hinchado y enrojecido, además del semen que seguro tendría. Hugo se enfureció, me ordenó que me quedara allí y salió como un rayo en busca de Lázaro, desde la habitación escuché la discusión entre ellos. Después entró como un rayo, me propinó un par de bofetadas gritándome todo tipo de improperios, se sacó la pinga.
    
    - ¿Esto es lo que te gusta? ¿Eh? pues vas a tener hoy toda la pinga que desees, maricón de mierda.
    
    Para mi asombro entre tanta bronca y gritos, su pinga se ponía dura, se me tiró encima para singarme, yo forcejeé algo para zafarme, pidiéndole que no lo hiciera, que estaba muerto, que me dolía el culo, me inmovilizó rápido y me penetró. Opté por no oponerme, lo dejé que me singara cosa que Hugo hizo a sus anchas, pero sin pasión sino con odio, embestía duro, me mordía con fuerza o me daba sopapos en la cara, me escupía. Por fin se vino, quedó sobre mí un rato hasta que sacó su pinga y se acostó a mí lado. Me quedé bocabajo con las piernas abiertas, me sentía adolorido, sentía como el semen me corría, seguí en silencio para no provocarlo más, hasta que escuché que decía.
    
    - ¡Coño, perdóname, te partí el culo!
    
    Me incorporé vi su pinga manchada de sangre, Hugo cogió una toalla y me secaba, yo me asusté. Me pedía perdón, decía de sí que era un bestia, que cómo podía haber hecho algo así. Se puso a mirarme mi maltratado culo, me dijo que cerrara las piernas con la toalla y salió en busca de Lázaro. Cuando vino esté pues le dio un puñetazo en la cara que lo hizo caer de bruces. Pero se calmaron rápido, Lázaro me miró y salió, dijo que buscaría al médico de la cooperativa. Hugo se quedó besándome, acariciándome y pidiendo perdón. Como a los cuarenta minutos entró Hugo con el médico, me quedé bocabajo de la vergüenza, pero Lázaro me dijo al oído que el médico era de la familia.
    
    El médico me revisó, estuvo poniendo crema y algodón, hizo como un tapón y dijo que era solo un rasguño, pero que tenía que tener cuidado con animales como Hugo, lo dijo haciendo hincapié en lo de animal, dejó a Lázaro un tubo de crema para que me untara. Hugo se acostó a mi lado abrazándome con cariño, pidiendo perdón, yo no le dije nada porque lo que había hecho de perder el control ya era demasiado. Al rato entró Lázaro y le dijo que saliera, que ellos dos dormirían en su cuarto y que me dejara solo. Para asombro Hugo ni protestó, cuando se fue, Lázaro me dijo ...
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