Contratada y empalada por mis yernos - Relatos Eróticos

Contratada y empalada por mis yernos

... disparadas, jadeando y gimiendo por el placer de tenerlo dentro, me vino un momento de lucidez, donde estaba, con quienes estaba, que estaba haciendo, las primeras frases aparte de mis gemidos y jadeos salieron de mí pidiéndole que me dejara llevar por mis yernos. Minutos después Ramses cedió el paso a su colega, se limitó a abrirme las piernas sin cargarlas sobre sus hombros y comenzó a penetrarme de nuevo, esta vez no fue tan delicado como para volver a meterlo todo dentro, sentí sus bolas golpear desde abajo. Con cada embestida soltaba un grito mas fuerte, luego él también empezó a cansarse, aminoró el paso, lo mantuvo quieto en el fondo de mi concha, sentí que el glande crecía aún más, señal clara de que estaba por acabar... pero se detuvo. ¿Pero cuánto tiempo más quería cogerme? Ya habían pasado aproximadamente dos horas sin tregua.

Así transcurrieron varios minutos, cuando Ramsés, se levantó, su pene estaba muy erecto, Darío se puso a lado, y dijeron danos unas mamadas. Me hinque y mire esos penes llenos de venas gruesas, intentaba meterme los dos miembros al mismo tiempo, aunque era casi imposible, posteriormente, una por una de las vergas iba haciéndoles felaciones, a lo que ellos gemían, -que rica estas- -eres una diosa-. Mientras seguía dando sexo oral, de sus miembros ya escurría el liquido pre seminal y yo lo bebia sin reparo. Comencé a masturbar a los dos, y salieron sus ricos semen, la leche de Dario y Ramsés, se mezcló, haciendo una leche pegajosa, caliente, olorosa, y deliciosa, , expulsaron mucha leche como se vinieron, me bañaron la cara de semen, un semen blanco y viscoso, con un atractivo olor que no pude identificar. Prácticamente, llenaron con su esperma, dejándome la cara totalmente cubierta de semen, en agradecimiento le mordí el glande a Dario, y mi lengua la meti en el frenillo de Ramses, lo que los hacia quebrarse de placer. Mientras el semen escurria por mi cara, un poco entro en mi ojo y me lo irrito, Ramsés, con su pene, tomaba la leche y la llevaba a mi boca, lo empecé a mamar y me gustaba, Darío dijo que rica, y con su miembro me pico un ojo, -que haces cabron le dije- mientras nos reíamos.

Nos tiramos en la cama, con nuestros cuerpos desnudos, sudados, llenos de nuestros fluidos, que puta eres me decían, que rica estas mamazota. Gracias respondi. Después de recuperarnos, dijeron tenemos toda la noche, se levantaron de la cama, y me cargaron -tomaron unas toallas y me llevaron al baño. Donde había un jaccuzi, vamos a bañarte dijeron, me recogi el cabello y me hice un chongo, ellos comenzaron a enjabonar mis partes íntimas, mi ano, estaba muy adolorido pero lo masajeaban bien, -despacio por favor- La noche estaba perfecta, hacía frío, pero no mucho, el jacuzzi está caliente, delicioso. Mientras bebíamos whisky el cual ya había hecho efecto. Estaba completamente fuera de mi, extasiada de sexo, endiosada por aquellos sementales, Ramses, fue besarme muy apasionadamente, y debajo del agua me empezó a acariciar las ...