Contratada y empalada por mis yernos - Relatos Eróticos

Contratada y empalada por mis yernos

... paredes del ano intentando estrangular su verga. Después de unos minutos, comenzó a sacárla un poco para volver a penetrarme totalmente. Me embestía con tal potencia, que me estremecía de forma asombrosa. El poderío de aquellos jovenes era tal, que me tenían a su completa merced. Luego intercambiaron lugares y Ramses, arremetía con dureza, entrando y saliendo con enorme dureza del culo de su suegra. Me estaba partiendo literalmente el culo. La entrada de mi esfinge me ardia literalmente palpitaba.

-Que rico colegiala eres suegra- Ramsés se acostó en la cama lo monte analmente, y Darío llego por atrás, escupio mucha y puso lubricante, y nuevamente doble penetración, me daban bien duro pero bien sabroso, resbalamos muy bien, por el lubricante, aaa gemía, por enésima vez en la noche, vino otro squirt combinado con orines, por lo que moje a mis machos. Comencé a desfallecer, mientras mis sementales continuaban martillándome, empalándome una manera diabólica. - -que ricas vergas de mis yernos - más quiero más- decía, mientras mi ano, pedía clemencia, pero mi lujuria quería mas, continuaron asi, varios minutos, hasta que uno de ellos empezó a orinar mi ano, esa orina, sirvió de lubricante. Que rico sándwich, que rica empalada. Mis yernos, jadeaban y comenzaron acelerar el ritmo, mientras me jalaban de la micro mini falda, haciendo que sus penetraciones fueran más rápidas, para terminar, gritando, mientras se venían en el culito de la suegra. Comence a sentir la caliente leche de mis jóvenes yernos, regar mis intestinos. Senti que nos quedábamos pegados. Seguían penetrando hasta que por fin salieron de mi ano. Ramses, observó el enorme boquete que le había quedado a su suegra. Les dije: que ricos yernos, me han roto… mientras quede rendida en la cama y mis clientes a lado mio, dormimos unas horas, y llego la hora de marcharnos, mis yernos se despidieron dándome un enorme beso, y unas ricas nalgadas, gracias Ishtar, gracias suegra, y les respondi, de nada amores. Como pude me incorporé, y me dirigí al baño con la intención de poder evacuar y asearme. Estaba completamente adolorida, y me costaba caminar. ¡Mis yernos me habían empalado y abierto toda!