Contratada y empalada por mis yernos - Relatos Eróticos

Contratada y empalada por mis yernos

... que estaba. Estaba siendo empalada por mis dos yernos. Aquellos amantes, lograron penetrar juntos -lo que hizo quebrarse a mi cuerpo, mis piernas temblaban- -que ricas vergas familiares, me están cogiendo- mientras mi ano, pedía clemencia, pero mis yernos, no se lo otorgaban y el agua nos complementaba bien. Dario empezó a besar y morder mis pezones -aaa grite. estaba completamente ensartada en los miembros de mis yernos. Aaaa, Dios Mio- gemi mucho, nos movíamos lento, para que los miembros no se salieran, pero poco a poco nos movíamos mas rápido, lo que me hacia sentirme en el cielo. Ramses, me tomó de la cintura y me jaló muy fuertemente lo que hizo que esos dos penes me penetraran hasta topar en mi interior, sacándome uno gritos desgarradores. —¡Aaaah aaaa aaaa! —Hasta quedarme afónica. Se te fue la voz mi amor, dijo uno de mis yernos.

Después me desmontaron, me senté entre los dos, pero enseguida me dediqué a Ramses, me senté a horcajadas sobre él y empecé a restregar mis tetas por su cara y su pecho a la vez que con mi coño frotaba sobre su miembro, que seguía muy erecto, ahora decidí marcar yo el ritmo mientras pudiera, me sentaba en esa rica verga y realizaba giros, ahora la penetración era vaginal, quería descansar a mi ano, el cual ardia. El jacuzzi hacia su propio trabajo -Guauuu... la sensación de mis pechos libres, golpeados sutilmente por cientos de burbujas hacía que un pequeño calor se encendiera dentro de mi. -Aaaajjjhhh, síííí... - me llenaba, me sentía deseosa de sus embestidas. Me sentía saciada por todos lados, los chorros de agua que golpeaban mi culo, su verga entrando y saliendo de mi coñito y mis tetas rebotando en su cara, en su boca...asi continuamos varios minutos, --mmm Ramses, me encanta que me ensartes—que rica copulación estábamos teniendo.

Ahora era el turno de Dario, me recargo contra la pared del jacuzzi, y deje mis piernas abiertas, de inmediato su pene fue directo a meterse hasta mi rajadita, pero debido a que su glandes es muy cabezon no estaba fácil metérmelo. Hizo varios intentos, nos acomodamos lo mejor que pudimos y finalmente sentí que se me insertaba su glande y…, comenzaba a buscarse un camino hacia adentro de mi vagina. Con un golpe de cadera, me metió un poco más de su pene y luego de otros acomodos y empujones me consiguió meter otro poco: = ¡ya entró la puntita...!, me dijo, emocionado de estar en mi vientre, aunque fuera no más la “cabeza”. Mi yerno se encontraba muy entusiasmado conmigo, quizás satisfecho con su proeza y tratando de compartirlo me preguntó:= ¿te está gustando...? sí..., muchas gracias…le contesté, + ¡Aaaahhh…!, lanzando un enorme suspiro, cuando me lo pudo meter otro poco. Sentía su pene moverse dentro de mí..., entrar y salir de manera desordenada, sin ritmo, por la posición y el lugar, sin embargo, alcancé a tener un orgasmo: ¡Aaaaggghhh…, Dario…, ya me vine…, me sigo viniendo…!. Y por toda respuesta, mi yerno volvió a besarme en la boca, con mucha pasión y sensualidad, ...