1. EL DETECTIVE PRIVADO. (10)


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Hetero Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... cama, yo todavía mantenía la erección y el“plop” fue bastante sonoro, el“ayyyy” que dejó escaparAndreatambién y me llevó a mirar con morbo el culo abierto por el que asomaba un hilito de semen.
    
    Me tiré a su lado y descansamos unos cuantos minutos, yo tenía los ojos cerrados y los abrí cuando escuché la risa y la voz de la petisa,“es increíble, a medida que la siento me parece más grande y me gusta cada vez más”, -dijo poniéndose boca arriba en la cama y después de acercarme a ella y besarla con el poco resto de ganas que quedaban, le dije que nos fuéramos a bañar porque tenía que averiguarme lo del teléfono celular.
    
    El baño nos recuperó totalmente y, salvo los mimos por las enjabonadas, no pasó de un baño compartido, ya cuando estábamos secándonos le hablé:
    
    Se vistió con una remera que dejaba el ombligo al aire y con unos shorts cortos de jeans y encendió la máquina para ponerse a buscar. Pronto en la pantalla apareció el listado completo de todos los números telefónicos y los nombres de los usuarios, era una chorrera de números y nombres divididos en Capital Federal y las provincias de todo el país.Andrea estaba enfrascada en eso y oprimió teclas en el teclado para que se abriera una ventana adicional, allí descargó el número que le había pasado.
    
    El nombre del titular de la línea de referencia no se correspondía con los nombres que me había pasadoLolita de sus familiares más directos, ni de amigos.Andrea no se inmutó, buscó en las Redes Sociales de las personas que tenía yo anotadas e indagó en la lista de amigos o familiares.¡Bingo!, el nombre del titular del número telefónico aparecía como amigo del hermano y de un primo deLolita. Sin dudas, éste había sido quien había prestado el teléfono, aunque no necesariamente tuviera que ser parte de la extorsión, eso había que averiguarlo.
    
    Restaba averiguar el domicilio del tipo que aparecía en pantalla yAndrea tenía dos opciones, entrar en la Informática del Registro Civil o buscar en el Padrón de Electores, esto era más engorroso porque aun viviendo en otro lado, el individuo podía sufragar en el lugar que le correspondía por su domicilio anterior y optó por el Registro Civil central. Anotó el nombre y el número de documento y por el monitor comenzaron a pasar infinidad de nombres y números,“puede llevar un par de minutos, voy a hacer un poco de café”, -dijo levantándose de la silla-.
    
    Era un encanto notar el cambio que había experimentado“la ratita”, trasladaba con sus movimientos, sus sonrisas y sus gestos lo bien que se sentía, además, para quien la miraba era como un premio“extra”, detrás de sus anteriores ropajes amplios se escondía una bellísima flor a la que le costó muy poco poder salir y mostrarse al sol. Se dio cuenta que la acompañé a la cocina mirando las nalgas que asomaban por sus shorts y me dijo sonriente:
    
    El sonido del pitido de la máquina nos sacó de la charla, el nombre del tipo apareció en la máquina junto al número telefónico y la dirección. Correspondía a un ...
«12...456...»