1. EL DETECTIVE PRIVADO. (10)


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Hetero Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... para invitarla a almorzar en cualquier restaurant. Me atendió con voz adormilada y pastosa…
    
    Después de una media hora pasé por el departamento deAndrea, toqué el timbre y me abrió la puerta una hermosa mujer de cabello largo de color castaño, un poco más alta queAndrea, vestía una pollera tableada negra, corta, pero que no llegaba a ser minifalda, botas de caña alta y una blusa blanca cerrada hasta el cuello que dejaba entrever un hermoso par de tetas medianas. Los ojos eran verdes e imaginé que eran lentes de color, apenas si tenía maquillados los ojos y los labios, pero de forma tenue.
    
    Andrea no sabía cómo hacer para que su amigo-amiga se callara la boca y me miraba como pidiéndome disculpas. FueLuisa la que pidió ir a comer carne,“hace mil años que no como carne”, -me dijo sonriendo-. Como no podría ser de otra manera, bajamos a la cochera y el coche mereció otro comentario deLuisa,“¡qué te parióMartín, me siento Cenicienta aquí adentro!… El casi exabrupto generó las risas de todos y luego de acomodarse en el asiento trasero, dejándole el delantero aAndrea, saqué el coche para ir a almorzar a mi restaurant favorito cuando de carne asada se trataba.
    
    Mientras manejaba la miraba aLuisa por el espejo retrovisor, noté algunas diferencias que la“apuntaban” como hombre, sus manos, aunque bien arregladas, eran grandes, también la nuez de Adán,“ella” sabía disimular su presencia acomodando la cara para que no se notara, pero allí estaba, otra de las señales podía estar en sus pantorrillas que no podía notar bien por sus botas, por lo demás, era una mujer y muy atractiva y sus gestos y modos eran por demás femeninos.
    
    Quedaron asombradas por el lujo del restaurant, pero la que supo disimular muy bien fueLuisa, a la que se la notó un poco más acostumbrada a determinados ambientes,Andrea comenzó un poco cohibida, aunque todo se normalizó cuando nos comenzaron a traer la comida. Nos comimos hasta las servilletas y todo acompañado con un excelente Borgoña.
    
    Luisa nos contó o me contó a mí porqueAndrea algo ya sabía, que vivía en un barrio de clase media baja, que la madre, la única que la apoyó siempre desde que se decidió a“salir del placard”, había fallecido hacía dos años, que vivía sola y que la conocía aAndrea desde el colegio secundario. Había trabajado como empleada administrativa en una empresa donde descubrió que las peores enemigas con que se encontró fueron las compañeras mujeres,“nos “apuntan” como putas a nosotras y ellas se abren de piernas con cualquiera y por deporte”, -dijo con cierta inquina-.
    
    Nos dijo también que en su barrio existía mucha inseguridad, que había mucha droga circulando y los jóvenes ya ni respetaban a la gente del mismo barrio. Había intentado conseguir trabajo en varios lugares, pero no resultó y merced a una amiga travesti, se metió en el tema de la prostitución tratando de moverse en un lugar social medio-alto. Había tenido pareja, estuvo enamorada, pero descubrió que estaba casado y desde esa vez, se ...
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