1. EL DETECTIVE PRIVADO. (10)


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Hetero Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... juró no pertenecerle a nadie y no depender de nadie para vivir.
    
    Andrea escuchaba atentamente lo que contaba su amiga y los ojos se le llenaban de lágrimas, se notaba que había cosas que no sabía, yo, no solamente la escuchaba, también miraba sus gestos y escrutaba su mirada, quedé convencido de que no mentía ni“agrandaba” la historia victimizándose y me sentí“tocado” por lo que contaba.
    
    Me puse a pensar en cómo podría ayudarla, no era, ni por asomo, eso de sentirme mal porque tenía tanto y otros no tenían nada, pero tenía afianzado aquello de“dar una mano” y aplicaba una filosofía muy propia proveniente de mis padres, aunque, sólo aplicada a mi criterio y ganas. Además, tampoco me engañaba, creí queLuisa me podría acercar a un estrato social que, de hecho, tenía tantos o más problemas que los de una sociedad considerada“normal”, estaba metido en eso de pensar y ella me cortó los pensamientos.
    
    Me gustaba la forma de ser, un tanto desprejuiciada deLuis-Luisa y no me jodía para nada el que fuera un travesti o un hombre en cuerpo y mente de mujer. Se me ocurría que podía darle un trabajo y algún tipo de ventajas o beneficios, pero, era“ella” quien tendría que comportarse y demostrar que estaba al nivel de mis pretensiones.
    
    El almuerzo terminó con un tipo complacido y dos mujeres que se salían de la vaina para demostrar sus agradecimientos. Ellas se pusieron de acuerdo enseguida yLuisa quedó en irse para la casa a preparar sus bártulos, le di dinero para que se moviera en un taxi y, según nos dijo, estaría en casa deAndrea como a las ocho de la noche, vendría con un remís porque sus cosas eran las mínimas, ya que ni televisor propio tenía.Andrea y yo no dirigimos a su departamento.
    
    En el viaje de regreso le fui contando cual era el Caso que tenía entre manos y me confirmó que se podría ubicar perfectamente al celular por el número, no le llevaría más que un par de minutos. No bien entramos al departamento me pidió unos instantes para ponerse cómoda y se dirigió a su dormitorio. Le miré el culo contenido por los jeans ajustados y recordando lo deColonia, mi verga se comenzó a inquietar, decidí que, apenas volviera, convencería a“la ratita” para“retozar” un rato en su cama o en el sofá.
    
    ¡Qué ilusos que solemos ser los hombres!, es evidente que la mujer que se precie, siempre está un paso por delante.Andrea salió de su dormitorio luciendo sólo un minúsculo“trapito” que tapaba los labios de su vagina, todo lo demás era piel y sus infaltables anteojitos redondos que incentivaban mi morbo.
    
    Cuando llegó a mi lado ya me había aflojado el cinturón y bajado el cierre de mi bragueta. El beso que me dio arrojándose sobre mi pecho y abrazando mi cuello, fue de película porno.“Primero quiero tragarte todo y después quiero que me des por el culito, despacio o fuerte, de las dos maneras me enloquece, pero necesito tu carne en mi interior”, -expresó con la voz ronca por la excitación al dejar de besarme-. No podía tener mejor incentivo y me olvidé ...
«1234...8»