1. EL DETECTIVE PRIVADO. (10)


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Hetero Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... deLuisa, deLolita y de sus avatares, nada más importaba que la hembra chiquita que tenía a mi disposición.
    
    No la dejé arrodillarse allí, pisando mis pantalones caídos, que quedaron hecho un bollo en el comedor de su casa, la tomé de las nalgas y con ella abrazada me dirigí a su dormitorio. Llegué como pude porqueAndrea me comía a besos obligándome a torcer la cara para ver por dónde caminaba. Hasta sus labios que parecían querer devorarme me resultaban más rellenos y al soltarla sobre la cama quedé parado con las rodillas tocando el borde, ella hizo una pirueta y quedó estirada con la cara pegada al bulto que escondía mi bóxer.
    
    Décimas de segundos más tarde ya lo había bajado hasta la altura de las rodillas y se prendió al ariete que se movía dando cabezazos como con vida propia. La boca, de labios deseosos de mi carne, se hizo un festín y me llevó y me trajo cogiéndose la cavidad a lo bruta o usando la mejor de las delicadezas. Decidió que ya estaba más que dura y suficientemente lubricada con su saliva espesa, entonces giró en la cama, sacó las piernas a los costados de mi cuerpo y me dejó su culito a disposición.
    
    Me esperaba con la incertidumbre sobre si iba a penetrarla despacio, algo que la desquiciaba o se la metería sin detenerme a pensar nada más que en chocar rápido mi vientre con sus nalgas. Hice un poco de las dos cosas, hasta la mitad la penetré despacio tomándome todo el tiempo del mundo y poco le faltó llorar por la desesperación que la embargaba.
    
    Con la otra mitad de la verga fue distinto, la miraba cuando abría y cerraba sus manos contra las sábanas gimiendo hasta el punto de alzar la voz y el caderazo me llevó de una hasta el fondo de su recto, a mí me gustaba de las dos formas yAndrea balbuceaba con la boca hundida en la almohada que había agarrado para amortiguar el ruido de su placer y fue ruido porque el grito que ahogó no fue sonido.
    
    Fue previsora con la almohada porque al comenzar a moverme dándole ritmo a las entradas y salidas, de no haber tenido la almohada, se hubiesen enterado todos los vecinos de la manifestación del placer que le otorgaba ese entrar y salir de su culito. Las contracciones que experimentaba en mi verga denotaban sus orgasmos pequeños, pero yo sabía que el que experimentaría cuando la llenara iba a ser tremendo.
    
    Las previsiones no fallaron,Andrea reculaba pretendiendo más pija y, por momentos, sus nalgas y mi pelvis parecían soldadas. Todo lo fuerte y duro que le imprimía al acto no le alcanzaban, yo me había aguantado un par de veces, no daba para aguantar más y la inundé en lo más profundo de sus tripas, no pude detener el gemido casi grito que acompañó a la eyaculación y“la ratita” explotó no bien sintió el líquido caliente en sus entrañas.
    
    Hice bastante fuerza para que no me hiciera salir del lugar, mis manos en sus caderas la atenazaban y la apretaban contra mi cuerpo, esto hasta que sus temblores, gemidos y temblores fueron amainando, entonces la solté y se dejó caer sobre la ...
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