1. La deuda - Capítulo 3


    Fecha: 28/04/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: sandraX, Fuente: TodoRelatos

    ... no paró hasta que le salió la última gota de esperma.
    
    Ingrid se levantó y salió corriendo hacia el cuarto de baño, insultándolo y mostrándole el dedo corazón alzado. Iván seguía empalmado. Silvia, la señora Martín, la mujer del entrenador, ya había tenido ocasión de gozar de la capacidad de Iván a mantener la erección a pesar de haber eyaculado. Así que la siguió hasta el baño y mientras la pobre Ingrid se lavaba la cara como podía y se enjuagaba la boca, Iván se pegó a su espalda y colocó la punta de su verga entre las nalgas de su hermana. El espejo del lavabo les devolvía una imagen con una carga de vicio inaudita: Ingrid, con la cara mojada, el rostro desencajado, pegotes de semen en su pelo; las manos de Iván aferrándole las tetas, cubiertas en parte por su propia lefa:
    
    Abrete el culo, hermanita. Seguro que éste lo tienes virgen.
    
    A Ana le gustaba mucho que Ingrid la penetrara el coño con sus dedos e incluso en alguna ocasión con la mano entera. Y a Ingrid, también le gustaba, aunque nunca iba tan lejos. La primera vez que Ana le metió un dedo en el ano, se dio cuenta de que le gustaba casi tanto como cuando se lo metía en la vagina. Ana le decía que era una auténtica guarra y le metía un segundo e incluso un tercer dedo. Ahora, su hermano iba a darle por el culo y en lugar de protestar apoyó su pecho contra el lavabo y con ambas manos se abrió las nalgas.
    
    Joder, pero qué puta que eres, sister.
    
    Le dolió un poquito. Su hermano no se iba con delicadezas. Su larga verga se alojó en su recto. Completamente. La dejó en su interior unos largos segundos. A la señora Martín le encantaba, aunque ella era más locuaz de palabra, siempre diciéndole las peores obscenidades que decía que la ponían todavía más cachonda. Ingrid sólo emitía unos guturales “ooohhh” y “aaahhh”. Mientras su hermano la sodomizaba, ella deslizó una mano entre sus muslos para poder acariciarse el clítoris.
    
    Esta vez se corrieron los dos a la vez, sin saber cual de los dos gritaba más.
    
    Me meo, hermanita. Dijo Iván sacándole la polla del culo.
    
    Pero qué romántico que eres...
    
    Ya. Y tú eres Blancanieves, no te jode. Aparta, que voy a mear...
    
    ¡No seas guarro! ¡No mees en el lavabo!
    
    Ingrid apenas tuvo tiempo de separarse antes de que el chorro de orina le cayese encima de las manos. Realmente su hermano era un burro y estaba montado como un burro, pensó, no sin cierta satisfacción.
    
    Presente
    
    Ya nadie prestaba atención ni a Julio ni a su hija. Ya nadie filmaba. Solamente los dos teléfonos, el de la mesa de la televisión y el que estaba sobre la cómoda en el extremo opuesto del salón, seguían grabando. Sobre el sofá-cama, era casi imposible ver a Claudia. Un auténtico amasijo de piernas, de brazos, de cuerpos...Y en el centro de todo ello, Claudia. Insertada como un insecto. Sólo que en lugar de agujas eran pollas. Su boca acogía ahora la de uno de los hombres. La mano que le quedaba libre pajeaba la del tercero. Iván seguía dentro de ella, practicamente ...
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