1. La deuda - Capítulo 3


    Fecha: 28/04/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: sandraX, Fuente: TodoRelatos

    ... que a menudo pensaba que su hermano era un borde pretencioso, también era cierto que lo quería con locura, como se quieren los gemelos, los mellizos. Además Iván se había convertido en un joven muy atractivo. Jugaba al rugby y entrenaba casi todos los días. Estaba “muy cachas”, como le decían en casa. Alto, moreno, con unos pectorales y unos biceps que mostraba con orgullo a la mínima ocasión. Ingrid tenía la impresión que incluso su madre se lo miraba de una manera impropia de una madre.
    
    ¡Qué buena que está mi hermanita! Le susurró al oído, mientras le sobaba las tetas por encima de la camiseta.
    
    Ingrid sentía la fuerza de sus brazos, de su torso pegado a ella, de su pene erecto contra sus nalgas. Ella seguía haciéndose la dormida.
    
    Sé que no duermes, bonita. Le dijo presionando su polla contra su culo.
    
    Esto no está bien. Le respondió Ingrid, sin moverse.
    
    Tengo ganas de ti... ¿Te parece mal?
    
    Iván deslizó sus manos bajo la camiseta de su hermana y le agarró los pechos, turgentes y cálidos.
    
    ¡Qué tetas, por Dios! Como las de mamá...
    
    Eres un cerdo, Iván.
    
    Reproches, insultos pero sin resistencia alguna. Ingrid era conciente de que estaba abandonándose al acoso de su hermano. Se dejó quitar la camiseta. Ivan le quitó las bragas, también. Encendió la luz de la mesilla de noche.
    
    ¡Apaga la luz!
    
    No...Quiero verte...Quiero que me veas.
    
    Ingrid se quedó tendida de cara. Ivan le abrió las piernas y se arrodilló entre sus rodillas.
    
    No cierres los ojos. Mírame. Primero, voy a comerte el coño, hermanita. ¿Te lo han comido ya?
    
    Si.
    
    Ah, ¿sí? ¿Y quién ha sido el afortunado?
    
    Ingrid no quiso contestarle. Lo miró a la cara pero no pudo evitar bajar la mirada hasta su sexo. Le pareció increíblemente grande, muy largo y con una extraña forma, curvado hacía arriba. Ingrid engulló y soltó un “oh” de sorpresa.
    
    Ja, ja, ja... Y yo he heredado esto de papá... ¿Quieres saber cuánto mide?
    
    ¿De papá? ¿Qué te hace decir eso?
    
    Ya te lo contaré un día... No perdamos el hilo... ¿Quieres saberlo o no?
    
    No. Ni me importa...
    
    Iván se levantó. Ingrid se lo miraba atónita. Todo en él era músculo. Y esa polla majestuosa concentraba toda su atención. Además todo su pubis estaba totalmente depilado lo que aumentaba la sensación de longitud. Iván se puso a regirar en los cajones de la mesa de trabajo de su hermana hasta que encontró lo que buscaba.
    
    Ya está. Una regla. Ahora podrás comprobarlo por ti misma.
    
    Tú estás loco... Además, no creo que sea para tanto.
    
    Parte de la erección había desaparecido. Iván se rió y le dijo que eso tenía remedio. Se acercó a su hermana, que se había incorporado un poco en la cama, le cogió la mano y se la puso sobre su verga:
    
    Cógela...Ya sabes cómo va esto. Le dijo haciéndole el gesto de la paja.
    
    ¡Ni hablar!
    
    Va, que te mueres de ganas...Anda, sólo para que veas lo que te pierdes, jajaja. Va, yo te ayudo...
    
    Y así, primero con la ayuda de la mano de su hermano, y poco después sólo con la ...
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