1. Me cogen los amigos de mi marido en reunión


    Fecha: 28/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: AmaPelca, Fuente: TodoRelatos

    ... dedeando a Clara. Luego llamé a Flavio y le dije: señor Flavio ponga su pene en la cara de Clara, vamos a ver quien la tiene más grande. Casi al instante de haberse sacado el pene, clara comenzó a lamerlo con intensidad, le saqué las bragas a ella y dejé que Julio la penetrara. Era hermoso ver a esa mujer, aún vestida, con las piernas todas abiertas, chupando pene y siendo penetrada. Ayudé a quitarle el vestido y a pellizcarle los pezones, en una de esas, de forma improvisada, le derramé tequila directamente en la boca, metiéndola en aprietos para no derramarlo, era como ver a una ramera de la calle ser humillada, finalmente le di un beso y lamí un poco del tequila de su cara y me levanté.
    
    Era tiempo de dedicarme a mis otros invitados, no sin antes echar un vistazo a mi marido, no quería que perdiera detalle de la situación, aunque solo sería escuchando. Tomé mi ropa interior y se la coloqué como máscara en la cara. Te tocará estar oliendo mis fluidos todo este tiempo – le dije.
    
    Finalmente llegué con la pareja estrella de la noche a poner atención de como follaban, efectivamente, Ale y Ro no vinieron a perder el tiempo ¡Estaban follando! Y por su puesto que no me sorprendía. Había visto de paso que ya se habían practicado un poco de sexo oral de manera mutua, Alejandro la había abofeteado un par de veces, la apretaba por el cuello, la había dedeado, y hasta escupido, cuando me acerco la tiene en cuatro sobre el descansabrazos del sillón, se están dando amor a lo lindo.
    
    - Llámame perra – dijo Romina – llámame perra, enfrente de tu esposa, se la están dando entre dos.
    
    En ese momento me acerco a ellos y tomo a Romina del pelo, llevándola a mi entrepierna y dejándola en una posición poco cómoda, me acuesto en el sillón y en ese momento ella me empieza a lamer como si fuera un perrito tomando agua – mueve la cabeza como una tarada – ella lo hace con un encanto único.
    
    - Dale duro Ale – acorté su nombre – hoy vas a ser nuestro macho.
    
    Sin pensarlo más tiempo le empezó a dar unas buenas embestidas, tanto que mi amiga empezó a gemir sin parar, descuidando su labor conmigo. En eso volteo a ver a Clara, quien mira con un ligero aire de celos a su marido, y pone a gemirse de manera más desenfrenada. Me mira a mí también con un poco de enemistad.
    
    - No seas mosca muerta – la desafié – aprovecha que te están dando hasta para llevar, como una autentica guarra, eso es lo que eres, una guarra, y aquí estamos todos para atestiguarlo, puta.
    
    Mis palabras hicieron que le cambiara el semblante, parece ser que sí se excitó más – algo más que me tocaba descubrir de ella, y también hicieron que los machos en cuestión aceleraran el ritmo de sus embestidas. Uno de los borrachos se vino, más específicamente el gordo, le tuve que decir que se fuera de mi casa porque es una casa de machos, él único precoz es mi marido y no tiene derecho de venirse. Todo mundo le hacía burla mientras se vestía. Él seguramente ya se sentiría bien servido ...
«12...4567»