1. La Libertad III_32: día 12_aperitivo... y comida


    Fecha: 18/07/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: laualma, Fuente: TodoRelatos

    ... chupar.
    
    - Qué rica estas Meri... – jadeé.
    
    Podía notar a mi primo pegándose a nosotras, y pronto empezó a acariciarme la empapada cabeza... Molesta, me aparté un momento del coño de maría para decirle:
    
    - Ahora no, primo, por favor...
    
    Al pobre niño no le quedó otra que obedecer y cortarse un poco mientras que yo no lo hacía en absoluto, ya decidida a atacar a muerte a mi amiga. Desesperada, Meri echó su cuerpo hacia mí, dejándose resbalar en el asiento de aquella silla y buscándome ávida de ser llenada. Conocía aquel cuerpo tan bien como el mío, y supe que me estaba pidiendo a gritos que la penetrara. Bien, mi zorrita, empezaré entonces por hacerte un dedo primero… me decía a mí misma, violentamente excitada de tener así de caliente a mi amiguita entre mis manos. Después de haberla follado a saco con dos y tres de mis deditos, cuando la noté ya tan putita y tan suave que era incapaz de pensar ni darse cuenta de lo que tenía alrededor, apliqué de nuevo mi carita contra su coño y me dispuse a chuparle todo lo chupable. Cuando nos quisimos dar cuenta, ella se había dejado caer sobre mí y, retorciéndonos sobre el suelo me estaba también mamando a mí después de apartarme el tanga (no necesito explicar que tampoco tuvo que esforzarse, siendo aquello tan mínimo, tan flojo y tan elástico). No sé ni cómo fue capaz de hacerlo ella, pero acabó metida debajo de mi cuerpo, mientras yo me abalanzaba sobre el suyo, con las piernas flexionadas y muy separadas para poder hundirle el coño en su cara mientras hocicaba como una cerdita en el suyo. Pronto el placer que me estaba haciendo sentir fue tan inmenso que empecé a culearle en la cara, restregándome el coño sobre ella para marcarle el ritmo e incitarla todavía más, mientras devoraba su caliente chirla y me frotaba entera las tetas contra ella. Debo decir que iba salidísima, y aquí por salida me refiero a física y literalmente salida, lo que en mí viene a significar que mis alerones de los labios menores habían terminado por desbordar a las mullidas y gruesas almohadillas de los labios mayores, pese a estar estos hinchadísimos. Mer, en medio de su desenfreno, se dedicó a tironearme de aquellos labios menores desbocados mientras me mamaba el clítoris empalmado. Yo gritaba desaforada, claro, pero es cierto que en una situación así yo necesitaba no menos que aquello, y mi amiga lo sabía a la perfección. Así que, pese al dolor ocasional, yo lo estaba gozando, y entre gritos seguía mordiendo su chocho de niña, mientras azotaba y golpeaba su precioso y perfecto culo, con un moreno absoluto y continuo, sin la menor marca del bañador.
    
    Diréis que la cosa se nos había ido un poco de las manos… Pues sí, diríais bien: era ya demasaido tarde cuando me di cuenta de que había dejado de oír a mi primo diciendo barbaridades a nuestro lado mientras flipaba de poder ver todo lo que nos estábamos haciendo.
    
    Me bastó levantar la cabeza un segundo para recordar que estánamos cuatro personas en aquella casa…
    
    ¡Oh! ...
«12...678...27»