1. La Libertad III_32: día 12_aperitivo... y comida


    Fecha: 18/07/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: laualma, Fuente: TodoRelatos

    LIBRO 3. EPÍLOGO: LIBERACIÓN. CAPÍTULO V.
    
    día 12 - 26.07.2012 - aperitivo... y comida
    
    -
    
    Después de mi corrida final a manos de mis amigas, nos quedamos completamente relajados y tranquilos los cuatro, con aquella estúpida sensación de bienestar que casi rozaba la más insana de las felicidades. Nos costó algo despegarnos, y no solamente porque nuestras pieles hubieran quedado pegadas por todo tipo de líquidos viscosos y pegajosos, sino porque nuestros propios cuerpos parecían haberse quedado tan adormecidos como nuestras conciencias. Poco a poco, nos conseguimos separar lo suficiente como para que cada uno de nosotros se pudiera ir replegando hacia una esquina de aquel pedazo del salón en el que nos habíamos instalado, justo al lado del porche.
    
    - Hostia puta, no podemos estar más asquerosas… - dijo Nuria, mientras su cara se encogía en una mueca de disgusto al pasar su mano por aquel canalillo suyo, casi inexistente pero brillante de sudor en el perfecto moreno de su piel. – Si es que tengo encima babas hasta del calamar…
    
    - ¡Jijijiji! - Reí yo, con malicia - Babas y la corrida que no ha atinado a meterte dentro…
    
    - Ya… desde luego que no tan abundante como la que acaba de echarte encima a ti tu primo, so puta… - me contestó, molesta.
    
    - Ey, ya vale, por favor… - nos interrumpió Pablo, con voz de queja.
    
    - Sí, joder – saltó María – tiene razón el niño… con lo bien que estábamos.
    
    - Oye, ¡que no soy ningún niño! – Aquello parecía haberle molestado a Pablo todavía más que el enésimo inicio de discusión entre Nuria y yo.
    
    - Vale, vale… - corté. No me apetecía que se jodiera sin más aquel buen rollo. – Mira, no sé vosotros, pero yo tengo un hambre que da calambre. Y creo que por eso estamos los cuatro un poco enfadados, de repente.
    
    - Pues no te digo que no… - me siguió María, repentinamente ansiosa por buscar una salida a aquella metedura de pata que acababa de tener con mi primo.
    
    - Ahí te doy la razón, morena – me sonrió Nurita, haciéndome una larga caricia con su pie.
    
    - ¡Eso, eso! – graznó mi primo - ¿Vamos a comer?
    
    - Joder, Pablo – le reprendí – pero tendremos que lavarnos antes, ¿no? Que es verdad lo que dice Nur… estamos asquerosos los cuatro, primo… - le dije, señalando su cuerpo recubierto de pegotes de líquidos resecos – Yo creo que nos deberíamos duchar primero, y así además nos refrescamos ¿no? – pregunté, mirando a mis amigas. – Que no sé vosotros, pero yo estoy asfixiada con este calor.
    
    - Pero… ducharnos… ¿juntos? – preguntó Mer con una repentina sonrisa de expectación en su carita preciosa.
    
    - ¡Joder, qué puto peligro tienes, nena! ¡¡Jajajaja! – Nuria le escupió su carcajada a la cara.
    
    - Jijiji… no, no, eso ni de broma… ¡que entonces no probamos un alimento de verdad hasta la cena! – confirmé yo. – De hecho… creo que lo más sensato ahora será separarnos del todo, ¿os parece?
    
    - Jo… - aquella tibia queja de Pablo rebotó contra el suelo, donde tenía clavada su mirada, mientras jugaba a hacer ...
«1234...27»