1. La Libertad III_32: día 12_aperitivo... y comida


    Fecha: 18/07/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: laualma, Fuente: TodoRelatos

    ... deseando ya volver a estarlo todavía más. Chorreando literalmente, salí de allí y fui hacia el salón. Lo poco que no trasparentaba aquel absurdo conjunto se volvió nítido como el cristal con el agua que resbalaba desde mi pelo.
    
    Les alcancé todavía saliendo de la cocina. Peblo iba delante de ellas dos, que llevaban cada una bandeja con las cosas. Que mi primo fuera con las manos libres ayudó a precipitar las cosas, porque así me las pudo plantar encima cuando me presenté ante ellos “vestida” de aquella guisa y chorreando agua.
    
    - Estaba muerta de calor - les dije, como intentando justificar lo injustificable.
    
    - JO-DER – aclaró mi primo, por si hacía falta evaluar el impacto de mi insensatez.
    
    - Hostia con la Lau… - escuché a Nuria detrás de él.
    
    Pero ya era tarde. Verme así les había dejado, directamente, parados y boquiabiertos a los tres. Pero es que les había pillado justo saliendo por la puerta de la cocina, y de hacho hasta me choqué con mi primo, al que se le salieron los ojos de las órbitas cuando, casi sin quererlo, acabó con las manos abiertas sobre mis peras para evitar darnos de cara. El que mis amigas fueran tan pegadas detrás de él remató la jugada: primero María le empujó con su bandeja, al pararse él en seco para no chocar conmigo. Y, aunque ella consiguió controlar, se vio obligada a echarse todavía un poco más hacia delante para evitar hacer chocar también a Nuria, que venía por detrás de ella. Aquel segundo impulso terminó por empotrar a Pablo contra mí. Y ahí sí nos dimos de cara. De cara, de cuerpo y de todo, y se ve que aprovechando que ya tenía sus manazas en mis peras y que, además, me debió notar ya bien caliente, pues el muy cerdo, antes de que me pudiera dar cuenta, ya se me había echado encima y, completamente pegado a mí, me buscaba la boca y me abrazaba cogiéndome el culo y sobándome toda. Yo intenté quejarme al principio, con cierta sinceridad, pero me bastó abrir la boca para que él se me metiera dentro y me la empezara a comer, con tal deleite, con tal placer, ¡¡mmmmmhhhh!!
    
    ¡¡¡Ahhhhhhh!!!!
    
    - ¡Pero no puede ser esto, Laura! ¿Qué coño es...? – el amago de protesta de Nurita sonaba absurdo viendo lo que Pablo estaba haciendo con mi cuerpo. Ninguna de las tres parecíamos capaces de reaccionar.
    
    Y para cuando conseguimos hacerlo, ya era demasiado tarde. Yo no me había dado cuenta de que el muy cerdo se había sacado la chorra, o quizás es que sencillamente se le había salido, porque la llevaba como un martillo. Antes de que ninguna de nosotras pudiera hacer nada ya me había dejado completamente bañadita...
    
    - Joder, joder, joder… - repetía como un gilipollas mi primito, doblado sobre su polla y resollando babas sobre mis tetas. Yo trataba de quitármelo de encima a manotazos, aunque fue finalmente Nuria la que lo hizo, después de dejar la bandeja en la mesita que separaba la cocina de la salita y haber apartado a María, que seguía conmocionada e incapaz de reaccionar.
    
    - ¡Guárdate eso, hostia! – le ...
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