1. La Libertad III_32: día 12_aperitivo... y comida


    Fecha: 18/07/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: laualma, Fuente: TodoRelatos

    ... quiero ayudarte otra vez, primita...
    
    - ¡¡¡Vete!!! Joder… ¡vete! – rompí a llorar, otra vez.
    
    - Toma, esto te ayudará...
    
    Mierda, aquello sí que no me lo esperaba. No era solo mi consolador, mi primo había venido con más refuerzos… Para cuando conseguí desempañarme los ojos y recuperar la visión, y el ánimo, pude ver por fin la prenda que me tendía. Como yo no me movía, me la lanzó con desprecio.
    
    - Cógela, puta.
    
    Aquella especie de trapo, mojado de semen, caliente, sucio, oloroso, impactó contra mi cara. Mi primo me había lanzado sus calzoncillos a la cara. Aunque le quería lejos de mí, yo no podía evitar ser, realmente, una puta. Evidentemente, aquello me hizo obedecer como una niña buena, y coger sus destrozados slips y empezar a repasarme toda su suciedad por mi cara, por mi cuerpo después, por mi coño finalmente. Qué más daba si él me veía masturbarme con aquella prenda íntima suya, metérmela en el coño, llenármelo con todos sus restos de lefa. Me deleité haciendo aquello para él, y después de las dos pajas anteriores, ésta fue más calmada, conseguí hasta demorarla, porque quería disfrutarla auténticamente y que él también la disfrutara, y para ello necesitaba que fuese larga y honda, pausada… que fuese definitiva.
    
    Cuando abrí los ojos, mi primo todavía seguía allí. Delante de mí, mirándome con deleite, relamiéndose mientras yo estaba todavía en pleno orgasmo.
    
    Todas las cosas horribles que pensé de él en aquel momento... oh... no soy capaz de escribirlas, me avergüenzo hasta de recordarlas. No era justa pensando todo aquello de Pablo.
    
    Ni siquiera cuando, mientras lo pensaba, él estaba empezando a levantar ya entre sus manos mi consolador gigante, bajo el cual vibraba su verdadera polla henchida de sangre.
    
    - No se te quitan las ganas hoy, ¿eh?
    
    - Pablo… - supongo que gemirle, desnuda desde el suelo, con una cara de placer indescifrable, los ojos entrecerrados mirándole intensamente, los labios hinchados y brillantes de saliva, mi mano majándome el chocho todavía, nada de aquello ayudaba a aplacarle.
    
    - Igual necesitas esto, puta.
    
    - ¡¡¡¡¡DIOOOOOOOSSSSSS!!!!!
    
    Supongo que una polla de plástico no cuenta. No puede contar. Al fin y al cabo, no dejaba de estar masturbándome. Una vez más. Aunque lo estuviera haciendo con un consolador tan enorme y real, en vez de con toda su mano. Pero fue raro. Fue raro y a la vez tan maravilloso, sentirle de nuevo así, tirado sobre mí, empotrándome a golpes de polla contra la bañera, mientras yo me aferraba a él, arañándole la espalda con saña, anudando mis piernas alrededor de su cintura, que estaba haciendo todo el trabajo, junto con sus piernas y sus brazos que temblaban, empapándome con todo el sudor que escurría de sus peludas axilas.
    
    Era una polla de plástico. Mi polla de plástico. Pero m primo me estaba follando con aquella polla, me estaba follando con mi propia polla. Me estaba follando despacio con aquella herramienta, y yo no solo no quise pararle, sino que me había ...
«12...222324...27»