1. La Libertad III_32: día 12_aperitivo... y comida


    Fecha: 18/07/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: laualma, Fuente: TodoRelatos

    ... punto de volver a apuñalarme más hondamente y con infinita mayor crueldad que las dos veces anteriores. Me había parecido escuchar cómo se despojaba de aquel andrajo agujereado y sucio que llevaba por ropa interior y, efectivamente, pude notar el contacto directo de su verga en mi muslo derecho. Mi primo estaba caliente pero en reposo, todavía, pero la podía notar nítidamente, desnuda contra mi muslo. Su mano empezó a recorrer mi cuerpo desde mis muslos, muy lentamente, tropezando con mi chocho que demostraba una humedad absolutamente inexplicable y que él, sin embargo, ignoró, continuando aquella larga caricia hasta acabar encajando sus largos dedos bajo mis pechos. No pude evitar ponerme a gemir, y tengo claro que él se dio cuenta de eso también, porque para entonces ya estaba totalmente pegado a mí, echándome su cálido aliento en mi cara...
    
    Y, entonces, su mano se detuvo por completo, tan solo levemente apretada al nacimiento de mi seno izquierdo, y su cabeza descendió hasta quedar apoyada en mi hombro, que se tiñó de inmediato con el sudor espeso que bañaba su pelo. Y ya. Por mucho que le costara a mi agitado cuerpo asumirlo, diría que mi primo se estaba durmiendo de verdad en esos instantes.
    
    ¿De verdad era posible aquello?
    
    Joder, ¿de qué me sorprendía? Sabía de sobra que eso iba a pasar. ¿O no estaba esperando, de hecho, algo mucho peor?
    
    También era cierto que con el ritmo que llevábamos, realmente todos estábamos agotados. Tampoco era tan raro pensar que incluso él podía no tener tantas ganas ya, que hasta él necesitaba descansar antes de seguir. Pero si yo misma estaba totalmente rota, ¿por qué me empeñaba en…? Diossss y, pese a todo, aquella humedad en mi coño que no hacía más que crecer y crecer, y la sentía ya resbalando entre mis muslos y empapando otra vez mis sábanas…
    
    ¿De verdad era posible? Pablo llevaba un año detrás de mí. Ahora podía tumbarse sobre mí, comerme todo o violarme la boca mientras me cruzaba la cara a hostia limpia, si era lo que quería. Es que si lo hiciera, quién podía saber… quizás yo… yo me atreviera a… pedirle que… ufffff. ¿Era posible que no quisiera hacerme el amor teniéndolo por fin a huevo? Sí, aunque lo llevásemos haciendo todo el día… Joder, después de todo un año, no podía ser posible que con una sola mañana se hubiera podido saciar ya...
    
    Joder, estaba taaan cansada yo también.
    
    Pero cansada de todo. De mi vida. De haberme pasado todo un año cagándola y perdiendo el tiempo como una tonta. ¿Qué más me daba mi familia? ¿Quién había decidido qué edad era o no correcta para…? Mi primo era ya mucho más maduro que demasiados tíos supuestamente adultos con los que había estado… demasiado maduro.
    
    Duerme, Laura, me dije. Es lo mejor que puedes hacer ahora.
    
    ¿Y si Nurita no había mentido tampoco cuando dijo que no pensaba ya en seguir follando sino que solo quería dormir? ¿Por qué siempre tenía que tratar de ser yo más que nadie?
    
    Pero, qué más daba. Si tampoco podía dormir. Si, además, ...
«12...141516...27»