La zorra de vacaciones - Relatos Eróticos

La zorra de vacaciones

... corras-.

-Por favor, más fuerte, por favor-.

Sé que ella anda por ahí haciendo fotos y videos, estoy totalmente expuesta y eso me excita más si cabe.

Mientras bajaba la cuesta hacia el encuentro leí un mensaje de mí Amo "disfruta y hazles disfrutar". Mi plan primigenio consistía en impedir mi propio orgasmo, mi Amo no me había autorizado expresamente a correrme y pensaba en… yo qué sé, un sacrificio, un tributo, una ofrenda… Pero, uno, creía que la experiencia sería algo más light y no esa pasada de encuentro y, dos, quería complacer y disfrutar. Si me ponía en plan estoico no creo que hubiera podido hacer ninguna de las dos cosas. Él estaba reclamando mi orgasmo. De hecho de las primeras cosas que me preguntó en el coche es si me corría muchas veces. Y lo estaba deseando, ver a la puta sumisa correrse. Y entre comerle el culo y los dedos increíbles me corro como una bestia.

-Aaaargggghhh!!! Aaarrggg!!! Ummmm-.

Después del orgasmo necesito reponerme un rato y charlo con ella. Le comento que es raro conocer una mujer cuckcold. Me explica que le llevó su tiempo, que al principio lo pasaba mal, pero que ahora disfruta viendo el placer en su cara y como se folla a otra. Ser yo la otra me impacta, pero noto el vínculo que hay entre ellos, es agradable, y muy cómplice, estoy a gusto, soy bienvenida.

Pedro y Sandra salen del coche, ella preparada para grabar, él se ha quitado el polo que llevaba. Oíamos cada vez más voces, Sandra nos indica que hay una obra cercana, pero que lo tiene controlado. Ella estaba alerta e intenta calmarle.

-Cariño, no te preocupes, yo estoy vigilando-.

Pedro me señala su polla. Yo desde dentro, a cuatro, se la chupo para ponérsela bien dura y que me folle el coño. Ese es el plan y así me lo ha comunicado:

-Bueno, vamos a acabar ya, no quiero que nos vean. Zorrita cómemela un poco para poder follarte-.

- Ahora es cuando me follas la boca de verdad, no?- ¡Mierda! Ya he hablado de más. No soy muy brat, pero a veces se me escapan cosas así.

Dicho y hecho, me coge la cabeza y mete su gran polla en mi garganta, apretando hasta que me falta el aire y las babas se acumulan. Me folla a buen ritmo mientras trato de respirar. ¡Maldita bocazas! Bueno no hay mamada sin arcada, es una de las cositas que dan sal a la vida.

Cuando está preparado me manda darme la vuelta, ofreciéndole mi culo y coño ya hambrientos. Me posiciono mientras Sandra, siempre atenta a todo, le acerca unos condones -me entra la curiosidad de qué talla usará, no creo que le valgan los normales. Se lo coloca y me empala.

Entra, y siento la presión, es muy gorda, suponía que pasaría algo así, mi entrada se tiene que adaptar a su gran circunferencia. Me folla a un ritmo medio y me da un par de azotitos- bueno, eso no es azotar. Me manda masturbarme para correrme. Entre la penetración que es muy placentera y mi trabajo sobre mi clítoris no me cuesta mucho y si, me vuelvo a correr. A grito pelado, como a mí me gusta, no soy consciente ...