La zorra de vacaciones - Relatos Eróticos

La zorra de vacaciones

Estoy de rodillas en el suelo de un descampado, en el lateral de un coche aparcado entre la maleza con las puertas abiertas. Lo único que nos oculta de posibles mirones es el espacio creado por el lateral del asiento trasero y la puerta. Acabo de bajar de ese coche y he hincado las rodillas. Miro fijamente su miembro mientras se masturba y me relamo, mientras espero mi leche, esa que me he ganado con esmero y dedicación. Las piedras se me clavan en las rodillas, pero no seré consciente del dolor hasta que más tarde, al levantarme, se caigan dejando sus marcas en mi piel.

Me quito la camiseta, solo tengo enrollada la minifalda en la cintura. Y él está completamente desnudo delante de mí. Le observo desde abajo con ansia, tengo ganas de recibir mi premio. A nuestro lado su mujer, por completo vestida, observa la escena y la registra en vídeo, con mi móvil en su mano.

Una hora antes, no los conocía. Y ahora estoy aquí, en la calle, de rodillas como una furcia… tan excitada. ¿Cómo he llegado hasta aquí?

Dos días antes.

Vuelvo de la playa llenita de arena y agotada de jugar con los críos. Estas vacaciones me he ido al Algarve con la abuela y los niños. El día a día es agotador, no sé cuál necesita más cuidados, si los niños o mi madre.

Miro el móvil, mensaje de mi Amo.

-¿Qué disponibilidad tienes? Tengo una pareja interesada en tí-. Oh Señor!!! Así que es cierto, voy a tener que hacerlo.

-Ya me extrañaba que no me dijeras nada. Creía que se te había olvidado-.

-A mí no se me olvida nada, putita-.

Antes de dar comienzo mis vacaciones me dijo que me buscaría un encuentro con alguien local para que me usase en su nombre y bajo la condición de que mi Amo recibiera material gráfico y todos los detalles del asunto. Mi Amo es voyeur, le encanta verme follar con otros. A veces está presente y otras no, por lo que le tengo que mandar fotos y videos para su disfrute. Siempre digo que el destino fue muy eficaz al juntarnos: él es muy pervertido y yo muy puta. ¿Quiere material? Yo le daré un material estupendo. Haré todo lo posible para que disfrute de mí uso y abuso.

-Podría sacar un par de horas a lo sumo después de comer, mientras duermen todos la siesta, pero tengo que estar de vuelta antes de la merienda, tengo que dar de comer a las fieras-.

-Ok, perfecto-.

No sé ni cómo pude dormir esa noche, la cabeza me daba vueltas. Ya he tenido un par de encuentros con otros hombres sin estar mi Amo, pero fue algo planeado a conciencia, con meses de preparación. Los conocía y había hablado mucho con ellos, teníamos un vínculo y mi Amo dió su aprobación. Esto sería algo totalmente diferente, no sé quiénes son, no he cruzado una palabra con ellos, es todo obra suya, estoy a su merced. Y aunque parezca increíble tengo total confianza, y lo voy a hacer. Tal y cómo él me diga. Porque estoy segura de que ha tenido cuidado y será, de una manera u otra, placentero, para ambos. No sé quiénes son, ni de qué web de contactos los habrá sacado, ...