1. La zorra de vacaciones


    Fecha: 28/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Diana78, Fuente: TodoRelatos

    ... pero necesitaba liberar ese miedo. Por eso mando un audio a mí Amo: necesito decirlo en alto, liberar tensión.
    
    -Ay, Amo estoy superacojonada. Madre mía bajando la calle. Bufff a ver qué pasa-.
    
    En algún rincón de mi mente todavía hay una vocecilla que grita "estás loca, acabarás en una zanja violada y muerta" pero intento no darle mucho crédito.
    
    Cuando he llegado al punto de encuentro, un hombre desde el otro lado de la calle me llama.
    
    -Ostras, no es ningún Playboy. Eso de que nos cuidamos y hacemos ejercicio habrá sido en otra época- me digo maliciosamente a mi misma. Pero el físico no es lo más importante para mí. La situación y preparación ya tiene los diversos factores motivantes y de excitación necesarios. Más de una vez conduciendo me he puesto muy cachonda, todo el tema coche me enciende. Además, llámame loca, se da un aire a mí Amo: grande, corpulento, cara afable y gafitas. Me acerco.
    
    -Hola, ¿eres Pedro?
    
    - Sí, soy yo, estamos aquí aparcados.
    
    Lo sigo con recelo hasta que sale del coche una mujer atractiva, rubia y con una sonrisa en la cara, se presenta como Sandra. Subo a la parte de atrás y él conmigo, ella conduce. No están seguros de dónde ir, no conocen la zona. Mientras hablan entre ellos lo hacen en portugués, conmigo en castellano. Pedro saca un collar de sumisa y me lo pone mientras charlamos. No sé porqué me hace mucha ilusión, crea ambiente, me posiciona, le da un sentido a todo. Me acaricia las piernas y me acerca para besarme. El tener una sumisa a sus órdenes le pone muy cachondo, y se nota.
    
    Ella se mete en un lateral de la carretera pero no tiene por donde seguir, vuelve a la carretera. "Bueno vamos a ver" dice Pedro con ojos lascivos y actúo de motus propio. Me quito el bikini, y subo la camiseta y la falda dejando la mercancía a la vista. Se entretiene un poco con mis pechos sobando, pellizcando y dándoles palmadas. Lo disfruto, en las vacaciones he ganado peso rellenando lo justo mis pechos para estar muy bonitos.
    
    Por fin Sandra encuentra una bifurcación con un camino forestal, se la nota nerviosa, está deseando poder parar en algún sitio, todavía no sé si tendré que jugar también con ella, pero estoy preparada. Seguimos el camino mientras Pedro ya tiene los dedos dentro de mí, estoy apoyada sobre la puerta con las piernas abiertas enseñando mi coño lampiño sin ningún pudor y él, medio inclinado, con las dos manos abre mis labios, introduce sus dedos en mi vagina y presiona mi clítoris. Me está sentando de miedo. Después de varios intentos de aparcar, uno de ellos delante de un cuchitril que parecía ocupado, por fin encontramos el sitio idóneo, que más tarde pudimos comprobar que era el picadero local, fuera estaba lleno de condones y clinex.
    
    Ahí aprovecho para mandarle alguna foto a mi Amo, Sandra no sé ha movido del asiento del conductor pero se ha girado y observa atenta, le explico cómo funciona al acceso a la cámara de mi móvil y qué tiene que hacer. Pedro toma el mando de la ...
«1...345...»