Soy una buena chica - Relatos Eróticos

Soy una buena chica

... curva, estallo en sudor y latigazos de vértigo, jamás en mi puta vida me he sentido tan llena de polla, el tacto es total y siento su palpitación en mi interior.

De un último empujón de cadera me ensarta su rabo hasta la empuñadura.

- ¡¡¡AAAAhhmmmmm jodeeeeeeer!! – Grito en éxtasis.

- ¡¡Ufff Ostia puta que estrecha eres zorra!!- le oigo gozar a él.

Suelta mis rodillas y se agarra a mi cintura, empezando a bombear lenta e implacablemente su polla contra mi coño

¡¡Plazz!! ¡¡Plazz!! ¡¡¡Plazz!! Sus pelotas rebotan contra mi ano cada vez que en un ultimo empujoncito estampa su glande contra mi útero.

El chaval se lanza sobre mi pezón lamiendo, mordiendo, devorándolo. Mientras el flaco repasa mi boca con su polla sádicamente eludiendo mi lengua que busca rebañársela.

El ritmo de la follada se esta volviendo salvaje, la mesa cruje y se mueve alarmantemente mientras sujeta de las caderas por las enormes manos de Pablo me empala una y otra y otra vez sin ninguna consideración.

- ¡¡Que muñeca!! ¡¡Dios la voy a rellenar hasta deshidratarme!! – Jadea entre pollazo y pollazo

Mi mente no existe, solo mi cuerpo abierto de par en par al placer y al sexo.

Por fin flaco se coloca frente a mi cara y me mete su polla en la boca, aprovechando los envites de Pablo para follarme los labios al mismo ritmo e intensidad con que su compañero me folla el coño.

El más joven se casca salvajemente la polla apuntando a mis tetas y anunciando que me va a pringar de lefa, cosa que hace instantes después en una segunda, pero no menos copiosa corrida que salpica de grumos mis enrojecidas y duras tetas.

Gimo al sentir el fuego de su leche en mis pezones y contraigo garganta y coño sin querer, provocando una oleada de placer a mis “folladores”.

Largo me agarra el rostro y empieza a destilar su leche en mi boca, atragantándome y obligándome a tragar como buenamente puedo mientras me deleito del inmenso placer que Pablo está dándole a mi raja, que a estas alturas debe ser una grieta de fuego dada de si por lo bestia de sus empujones.

Con la boca libre gimo y escupo semen bamboleada. Algo inmenso está acumulándose en mi vientre. Cruzo las pantorrillas por detrás de la espalda de Pablo y le atrapo contra mí.

- ¡¡¡AAAhh Blanca cabrona me corrooooo!!! – Grita Pablo fuera de sí mientras cambia su agarre de mis caderas a mis tetas, dándolas un último homenaje antes de explotar en mi interior.

Puedo sentir cada latigazo de semen llenarme el coño, con su gorda y poderosa polla luchando contra las contracciones de este cuando casi simultáneamente estallo en un orgasmo demoledor.

- ¡¡¡Si siii siiis ssi si SSIIIIII AAAAAHMMMMMMMMMMMMMMMMMM!!!

Como poseída boto contra la mesa, sintiendo mi sudorosa piel pegarse y despegarse de ella mientras me retuerzo empalada por la polla palpitante de Pablo que escupe sus ultimas gotas de lefa en mi interior. Los ojos en blanco y el alma escapándose por mi boca, durante segundos el mundo estalla a mi ...