Soy una buena chica - Relatos Eróticos

Soy una buena chica

SOY UNA “BUENA” CHICA

Este relato es una “adaptación/versión” de uno que leí y se me quedó clavado en la mente. Se llama “Mi novia es muy “buena” chica” y podréis encontrarlo fácilmente en cualquier buscador de relatos. Al autor solo me gustaría agradecerle los ratos de placer que me regalo releyéndolo y pedirle disculpas si mis líneas no están a la altura de su fantasía.

Me llamo Blanca y tengo 26 años, estoy locamente enamorada de Sergio, mi novio, un morenazo de 30 años bien cuidados. Aun no vivimos juntos, pero como él es más solvente que yo tiene una casita de dos plantas en la zona de La Eliana, en Valencia. Adora esa casa, lo independiente que es y la pequeña piscina que ayuda a refrescarnos en verano. Por supuesto también me adora a mí, su muñequita de 1,56 de altura, y que sin considerarme una belleza consigo embelesarle con mi piel clara y suave, así como con mi figura delgada.

Yo también adoro pasar los fines de semanas de verano en su casa, disfrutando de esa ilusión de vivir juntos y ¿cómo no?, refrescándonos en la pisci y haciendo vida de pareja.

Este finde no es la excepción, y aunque a penas son las 12:30 de la mañana en la calle ya hace mucho calor. Sergio, acodado en el otro extremo de la pila de la piscina me observa mientras yo trasteo con el móvil. No me quita ojo de encima, se ve que mi bañador blanco nuevo le gusta. No es gran cosa de hecho, no es ni bueno, me lo probé la semana pasada en unos grandes almacenes y me gustó como me quedaba. Mis pechos, redondos y altos, quedaban bien recogidos y, aunque destacan algo bajo la ceñida tela de licra, quedan bien a salvo de miradas indiscretas, algo vital para mi ya que soy bastante tímida y pudorosa.

Como decía, el bañador no es bueno, pero me vale para estar con Sergio, en contraste con la delantera, la espalda del bañador es tremendamente escotada, hasta el nacimiento mismo de mis nalgas, hacía que me sintiera bonita y así es como quiero que me vea mi chico, al fin y a cabo siempre he sido y me consideraré “buena chica”, esto es: fiel y a la vez atractiva para mi amor.

- Como sigas mirándome así me vas a borrar la cara, cielo. – bromeo coqueta y agradada por la mirada amorosa de mi chico.

Con poco esfuerzo, Sergio cruza la piscina y se apoya en el lado más cercano a mi tumbona. Risueño y tentador me responde:

- Sería una pena borrar esa carita de ángel con esos ojazos y esa boca de labios gruesos que tan loco me vuelve.

- ¡Que bobo eres! – le respondo sintiendo como el rubor me sube levemente a la cara.

Le miro, sigue sin apartar la vista de mí, conozco esa mirada, a veces siento que Sergio es insaciable. Le encanta provocarme constantemente, consciente de que me puede la timidez, y aunque no pierde oportunidad de seducirme, pues sabe bien que teclas tocar para excitarme, me trata como a una princesa, sabedor de que soy más bien pudorosa y recatada para muchas cosas de ámbito sexual. No me entendáis mal, adoro hacer el amor con Sergio, pero no me ...