1. Soy una buena chica


    Fecha: 27/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Blanca33, Fuente: TodoRelatos

    ... que mi castigo era hacerle un baile sensual, lo justo para que tenga algo que imaginar la próxima vez que se la agarrara.
    
    No sé si por culpa del alcohol o porque Pablo me asegura que no habrá contacto, accedo sin demasiados peros a mi pena.
    
    Del interior de la casa empieza a sonar una canción conocida: “despacito”, y entre aplausos y vítores, me sitúo a un metro del joven y empiezo a moverme.
    
    Contoneo rítmicamente mis caderas al son de la música, adornando con mis brazos los vaivenes de la música. Los ojos del muchacho se clavan en mi cuerpo, casi los siento en mi piel a través del bañador blanco que se ciñe a mis formas.
    
    Opto por hacerlo bien, porque sospecho que si lo hago con desgana me trampearán la prueba y me pondrán otra peor.
    
    Suelto mi pelo, hasta el momento en la coleta que me hice justo antes de abrirles la puerta. Mi cabello suelto acaricia mis hombros. La cara del joven es de autentico salido, levanto los brazos, el bañador se aprieta sin piedad contra mis tetas, las noto activarse levemente. Sus comentarios, se van apagando, mientras les hipnotizo con mis movimientos cada vez más sensuales.
    
    Me descubro a mí misma volteándome, poniéndome a cuclillas, incorporándome de nuevo curvando la espalda. Por primera vez desde que esta pesadilla empezó, siento cierta sensación de poder y control en mi mano.
    
    Todo acaba cuando la música cesa. No ha sido un minuto, ha sido toda una canción y ninguno se atreve a poner peros a la forma en que he cumplido mi castigo. Retomamos las posiciones de la mesa. No puedo ocultar cierta satisfacción por la sensación de “triunfo”.
    
    Las cartas vuelven a ser repartidas, por un instante miro a mi novio, casi había olvidado que estaba allí, bajo el sol, mirándome con los ojos entrecerrados, sudando de calor. Me da pena, por haberme olvidado de él un instante, porque haya tenido que ver a su muñeca bailar de esa forma para unos extraños y porque debía estar pasando mucho calor ahí. Decido que la próxima vez que gane, cambiaré mi castigo por algo que alivie al amor de mi vida.
    
    Pero la siguiente mano la perdió el largo y la volvió a ganar el jefe.
    
    - Largo, ahora bailas tú, jajaja.
    
    - ¡Y una polla! ¿Qué dices?
    
    Hasta yo misma me rio un poco de la ocurrencia. Toda la mesa aplaudimos y coreamos que baile, ante la cerrada negativa del mas alto de ellos, que alega que no sabe bailar y que no hace el ridículo. Un brillo de astucia juega en los ojos de Pablo.
    
    - No te preocupes, para que no te de vergüenza, Blanca baila contigo que se le da muy bien.
    
    Casi no puedo ni negarme cuando el Largo me levanta poco más que por la fuerza de mi silla mientras el más joven pone una canción lenta en el equipo de música.
    
    Con los primeros compases, siento como me sujeta con firmeza la mano derecha y con su correspondiente me sujeta la espalda. La palma de su mano directa sobre la piel de mis riñones.
    
    Empezamos a dar vueltas torpemente frente a la mesa, al ritmo de la música y de las palmadas de los ...
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