1. Mi odiosa madrastra, capítulo 11 + epílogo


    Fecha: 27/04/2019, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... experimenté algo que se le asemejaba mucho.
    
    Epílogo
    
    17 de marzo del 2022
    
    Es de noche. Estoy en la terraza de mi departamento. Hace calor. El verano fue, al igual que los últimos años, extraño, ya que en el medio se colaron días tan fríos como los de otoño. Sin embargo la noche en la que escribo las últimas líneas de esta novela es calurosa y húmeda. Un día normal de verano. Normal…
    
    Después de dos años la normalidad no volvió —y probablemente nunca lo hará—. Ahora veo, desde el piso once del edificio, a la gente caminando por Avenida de mayo. Los restoranes que pusieron las mesas en las veredas están abarrotados, y en las paradas de colectivos hay montones de personas esperando volver a casa. Un ajetreo urbano que me retrotrae a la época prepandemia. Pero los barbijos cubriendo los rostros de tanta gente —aunque también son muchos los que no lo usan—, me hacen sentir como en los primeros días de cuarentena, como si estuviera dentro de un film postapocalíptico.
    
    Es cierto que la gente hace lo posible por volver a las viejas costumbres. Incluso el gobierno ya retiró casi todas las restricciones. Pero el miedo y la precaución están en todo momento presentes, visibles en los potes de alcohol en gel, y en las miradas ceñudas cuando alguien estornuda o tose. Es cierto que mucha gente —la mayoría—, actúa como si el virus le importara muy poco, pero ese no es más que un acto de rebeldía que no tendría lugar en un mundo normal.
    
    Pero vamos a lo importante.
    
    La separación con Nadia, como era de esperar, fue muy dura. Es curioso que ya sea mucho más el tiempo que pasó desde ese momento, al tiempo en el que estuvimos bajo el mismo techo: apenas un par de meses. Pero ese corto lapso lo tengo fresquito en mi memoria, como si hubieran pasado apenas un par de días desde que andaba por la casa, semidesnuda, moviendo su perfecto orto de aquí para allá.
    
    Una vez que se llevó todas sus cosas, no la volví a ver por medio año. Yo no le escribí durante ese tiempo, pero no por orgullo, sino porque me parecía mejor dejar las cosas así. Y sin embargo había algo que teníamos pendiente, algo que en su momento fue lo que dio inicio a esta historia. Así que me vi en la obligación de enviarle un mensaje.
    
    Estaba nervioso, pues la recibiría en ese departamento que contenía todos los recuerdos de lo que había sucedido entre nosotros. Nadia llegó un sábado después del mediodía. Era primavera. Se había puesto un vestido blanco con estampado de flores. Una prenda que se me hacía muy inusual en ella, ya que, si bien tenía su sensualidad, me generaba cierto aire angelical que contrastaba con lo que normalmente me hacía sentir.
    
    —Hola León —dijo, desde el umbral de la puerta, con una sonrisa triste en su rostro.
    
    —Hola —saludé, y luego de di un abrazo—. ¿Querés tomar algo? —pregunté.
    
    No quería nada. Parecía que tenía prisa, o quizás quería aparentar que la tenía. Nos sentamos en el living. Ambos en el sofá grande.
    
    —En serio León, no hace falta que sea ...
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