1. Regalo de Navidad


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Gays Autor: Aventurero, Fuente: TodoRelatos

    ... tocando la polla justo cuando has empezado a golpear a mi puerta. - me adelanté un poco, acercándome a él. Solo quería intimidarle, a ver qué decía. Todavía podía salir de allí con la cara bien calentita si no escogía sus palabras con cuidado. - Estaba en la mejor parte. Ese chico se estaba comiendo una polla que se parece mucho a la mía y me estaba imaginando a dos putitas como él, con el culo en pompa y de rodillas, pasando sus lenguas por mi rabo desde los huevos hasta el capullo. Y justo en ese momento, has empezado a golp... ¡PERO QUÉ COJONES!
    
    MARIO
    
    Os juro que no sé qué me pasó. No es que sea homófobo ni nada, pero cuando vi la película porno en la televisión me fijé directamente en los ojos de aquel tío. Y luego me fijé en su polla. La vi dura por debajo de la tela del pantalón, y encima bastante grande. Cuando se acercó a mí y empezó a describirme la película y la paja que se estaba haciendo.... Empecé a imaginarme cómo sería tener una polla así de gorda metida hasta el fondo de la garganta. Y mi garganta también se lo imaginó. Y vomité. Vaya que vomité. Le solté toda la pota de cerveza que llevaba aquella noche. No solo le manché el suelo, también le cayó un poco en los pantalones. Se separó y salió disparado soltando mierda por la boca mientras yo seguía agachado, a ver si podía dejar de vomitar.
    
    Cuando me sentí mejor, Carlos ya estaba terminando de limpiar el vómito del suelo. Se había quitado sus pantalones, y su polla quedaba colgando como si fuera un péndulo, balanceándose de un lado a otro. No sé si sería el alcohol, o que todavía estuviera puesta la película en la televisión, pero no podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera que le había estropeado la paja. Ni siquiera me importó verle ese pollón al aire, o las maldiciones que no había parado de echar a mi costa por la boca. Me lo imaginaba tumbado en el sofá, con la película a todo volumen, igualando el ruido de sus gemidos mientras se corría abundantemente sobre su pecho.
    
    - ¿Seguro que estás mejor? - me preguntó Carlos, conservando aún el tono de mala leche.
    
    - Sí tío, eso creo. - me miró con desconfianza y yo no supe donde meterme, así que bajé la vista. Pero me encontré otra vez con esa polla que se balanceaba de un lado a otro. - Debería irme... ya te ha jodido bastante la noche.
    
    - Chaval, por mi puedes irte a donde te de la gana. Pero no parece que vayas a alejarte mucho como consigas salir de la puerta. - se acercó a mí hasta ponerse casi justo delante. Yo estaba apoyado con la espalda sobre la pared, por lo que aún había bastante distancia, pero volví a fijarme en cómo su polla se movía. Ahora lo hacía adelante y atrás. - A ver, chaval. Levántate si puedes.
    
    Intenté ponerme derecho antes de levantarme pero no lo conseguí, acabé volviendo atrás dándome un buen golpe en la cabeza. Carlos se rió de mí, poniendo una sonrisa de chulo que me jodía bastante. Resoplé un poco y tomé aire. Apoyé las manos sobre el suelo y me di impulso hacia delante, ...
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