Regalo de Navidad - Relatos Eróticos

Regalo de Navidad

... cambiar la película a otra más... de adultos. Mientras comienzo a buscar por la retahíla de vídeos porno, mi polla empieza a sobresalir del pantalón. Mejor así, no me gusta que se me manche la ropa de precum, y no sé cuanto líquido podré soltar esta vez. Encuentro por fin un vídeo que me ha llamado la atención. Un tío con un culo burbuja de escándalo, depilado y tatuado, follado por una buena polla enorme que le va a reventar hasta llenarle de leche. Comienzo a ver hipnotizado como se mueve ese culo, abriéndose ante la cámara, y mientras me imagino como se sentirá al tacto, levanto mi camisa y bajo mis pantalones. Mi polla palpita aún más fuerte en mis manos mientras empiezo a hacerme la paja que seguramente me llevará a la cama a dormir. Aprieto mis huevos hacia abajo, estirando de mi piel, y con los dedos toco ese punto entre los huevos y el ano que me estimula para producir aún más leche. Si vamos a despedir nochebuena con una paja, lo mínimo es que sea una abundante.

MARIO

Pedazo de nochebuena me he pegado. Después de la cena con la familia me he puesto mi mejor camisa, la negra que con el cuello abierto se me queda perfecta para que me coman el cuello y me metan mano. Una corbata al cuello, sin ajustar, para hacer la broma con los colegas. Parece elegante y da bastante juego si sabes usarla. Para la retaguardia he reservado mis boxer negros que se ajustan a mi rabo y mis pantalones pitillo, que se ajustan al culo y lo resaltan haciendo que más de una me haya dado una palmadita en la discoteca buscando guerra. No íbamos a salir de caza, pero siempre hay que salir elegante por si alguna chica quiere pasárselo bien. La norma es no rechazar un polvo si te vas a arrepentir de no haberlo echado al día siguiente. Pero era nochebuena, y nuestro objetivo principal no era ligar ni follar. Solo íbamos a beber como cerdos y bailar. Y vaya sí que hemos bebido. Los 40 euros por cabeza que nos ha costado la noche los hemos aprovechado al máximo. Hemos acabado cantando todos juntos, alguno sin camisa, otro con la corbata en la cabeza, y hasta uno ha conseguido ligar y le han hecho un trabajito en los baños de la discoteca. Me encanta pasar la nochebuena con los colegas.

Habríamos seguido toda la noche si no fuera porque Toni se ha pasado de la raya y ha acabado echando la pota en el suelo. Cuando han venido los de seguridad para sacarlo, Marcos se ha encarado con ellos y al final nos han largado a todos. Una putada teniendo en cuenta el frio que hace en la calle. Alguno se ha acabado espabilando y hemos decidido recogernos. Sobre todo porque alguien tenía que llevar a Toni a su casa y darle una ducha fría antes de que le diera un coma etílico en plena calle. Nos hemos hecho un último selfie para recordar la noche y nos hemos separado mientras cantábamos por la calle. Las aceras estaban casi vacías. Nos hemos encontrado con algún grupito que también salía de fiesta, pero en aquellas horas casi todo el mundo estaría ya en plena fiesta, bebiendo, ...