1. Regalo de Navidad


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Gays Autor: Aventurero, Fuente: TodoRelatos

    ... cantando, disfrutando o follando. Cuando solo quedábamos tres nos hemos encontrado con un grupo de cinco chicas que también volvían a casa. Nos hemos puesto a cantarles y alguna nos ha seguido la corriente. Yo he tenido suerte, me he acercado a una y la he cogido de la mano, me he puesto a bailar con ella en plena calle mientras mis colegas cantaban e intentaban lo suyo. La he hecho girar sobre sí misma y la he cogido desde atrás, notando su culito sobre mi rabo. Hemos aguantado así unos minutos y cuando me he separado, le he dado otra vuelta para verla de cara y le he comido la boca. Que pena que sus amigas hayan empezado a llamarla, la chica se ha sonrojado y se ha separado con algo de vergüenza. Yo me he despedido como un caballero y me he recogido con mis colegas, que también se estaban despidiendo de sus ligues.
    
    Por fin llego a mi portal. Sé que voy demasiado contento porque no paro de tener una sonrisa en la cara que no se me quita ni con este puto frio. Voy sacando las llaves mientras pienso en las ganas que tengo de quitarme los pantalones y meterme en la cama. Además, con el alcohol, seguro que mañana despierto con un empalme de campeonato. Ya tengo ganas de la paja que me voy a hacer mientras me ducho. Me encanta sentir el jabón alrededor de mi rabo, escurriéndose por mi piel y dejándomela aún más suave. Además, así no tengo que limpiar después de correrme. Me jode gastar papel para limpiar lefa. Estoy en el ascensor, haciendo mis últimos pasos de baile mientras en mi cabeza sigo escuchando la última canción de la discoteca y que se me ha quedado grabada. Cuando por fin se detiene el ascensor, me bajo recolocándome la polla que tiene ganas de descargar todo el alcohol acumulado. Tras un par de giros mal hechos, intentando imitar algún pase de baile estúpido, por fin llego a mi puerta.
    
    CARLOS
    
    Con el vídeo tenía la polla a tope. Al final, la paja se había convertido en una de aquellas pocas veces en las que se te pone la polla a dura como una puta roca, y no se baja ni aunque te pases la noche follando sin parar. Estaba claro que mi regalo de navidad iba a ser ese pajote, del que podían salir varios vasos de leche calentita y recién ordeñada para papá noel, los reyes magos o los putos camellos. Había cambiado de vídeo un par de veces, dejándome con el calentón y controlando así la duración de la paja. Quería llenarme las pelotas del todo para descargar y quedarme seco. Así, luego me tiraría en la cama y caería rendido a la primera. Justo estaba jugando con una gota de precum alrededor de mi capullo, cuando empecé a escuchar unos ruidos raros. Al principio creía que sería algún cacharro de la cocina o algo por el piso, y seguí machacándome el rabo, cerrando los ojos para imaginar como se hundía mi capullo en el siguiente culito que me follaría en aquella paja interminable, pero luego escuché un golpe sordo en la puerta. Ahí me acojoné. Maldiciendo a todo dios tuve que poner el vídeo en pausa, me metí la polla dura dentro del ...
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