Regalo de Navidad - Relatos Eróticos

Regalo de Navidad

... Me tendrás que compensar lo del vómito, ¿no? Ahora te toca pagarrr... y qué mejor pago que ese culito tan delicioso y tragón que tienessss.... ¡Uffff! ¡Cómo se traga mi rabo cabrón! ¡Como me aprietas y me exprimes la leche, pedazo de maricón! Vaya putita maricona estás hecha, y te vas a quedar aquí hasta que me dejes seco, siendo mi puta y mi cubo de semen particularr.... ¿verdad que sí?

- ¡Jodeeeer! Como me pones, Carlitos. Todas esas guarradas que me dices hacen que se me abra el culo y que tu polla me llegue más adentroooo.... ¿Cómo lo haces, cabrón? ¿Cómo sabes qué decir para que se me abra el ojal y tu polla me llene por dentro como un puto cerdo? ¡Fóllame cabrón! Fóllame toda la noche si quieres, ¡fóllame todos los putos días! ¡Cóbrate lo del vómito y lo que te salga de los huevos, pero no te atrevas a quitarme esta polla porque es lo único que quieroooo...!

- Ni loco te la quitaría.... No después de este pedazo de polvo, nene. ¿Tú crees que es fácil encontrar a tíos que aguanten lo que estás aguantando tú? ¡Tíos a los que les encante follar! ¡Que no quieran parar hasta estar vacíos de verdad! ¿A cuántas pollas te has tirado para entrenarte así, Mario? ¿Acaso eres la más puta del bloque y no me he enterado? ¡A partir de ahora vas a tener que venir aquí a recoger también mi leche porque necesito que me descargues a diario, cabrónnn!

- Qué va, tío.... No soy la puta de nadie.... De hecho, te voy a decir una cosa. Y estoy seguro que cuando te la diga te vas a calentar tanto que te vas a correr en mi culo. Ve preparando esa ronda de leche calentita porque sale... ¡y el destino es mi culo de maricón!

- ¡Dímelo, tío! ¡Dímelo! Que estoy deseando volver a llenarte el culo de leche. Quiero correrme dentro como si no hubiera un mañana y que tu ojete se trague toda mi lefa. Quiero sentir como mi polla se hincha dentro de tu culo y te lo abre aún más, soltando leche como un puto volcán. Vas a gemir como una puta cuando lo haga, porque no te habrá abierto nadie así jamás en tu vida.

- ¡Ya lo creo que no! - llevé mi mano a sus huevos y se los agarré, notando lo duros que estaban y toda la leche que habían fabricado para verterla dentro de mí. Me acerqué a su oreja y se la comí despacio, perfilándola con mi lengua. En recompensa me dio un par de azotes y le correspondí aumentando el ritmo con el que mi culo se tragaba su polla. Estaba al límite y quería que se corriera dentro de mí de nuevo. Me acerqué a su oído y le susurré. - Soy virgen, Carlitos. Eres mi primer tío, eres mi primer macho y esta polla es la primera que me abre y me preña. Todo en una noche. Y ahora solo quiero que me preñe otra vez, que me llene de leche y que me corra por las piernas. Me has hecho maricón, Carlos. ¡Me has hecho adicto a tu pollaaaaaa!

La polla de Carlos se volvió a hinchar aún más, si es que aquello era posible. Y noté como con cada palpitación volvía a verter una buena cantidad de lefa dentro de mí. Al mismo tiempo, mi polla no aguantó más y empezó a ...