Vacie las bolas de dos machos dentro de mí 🥵 (5) - Relatos Eróticos

Vacie las bolas de dos machos dentro de mí 🥵 (5)

... de ella.

Todos colapsamos en la hierba. El perro se turnaba para limpiarse a sí mismo y a todos nosotros. Mientras recuperaba el aliento, le pregunté a Silvana si había disfrutado eso. Vi su rostro con lágrimas aún escurriendo por sus mejillas y su rímel corrido: sonrió débilmente y dijo que sí. Me giré para preguntarle a Chris si me había disfrutado cuando de repente me di cuenta de algo. Me acababa de coger un hombre que no era mi esposo y lo había dejado correrse dentro de mí, sin protección. Estaba en celo y ovulando. Esto no era como dejar que un perro me hiciera eso. Muy fácilmente podría quedar embarazada de Chris. Me senté y les dije lo que acababa de darme cuenta. Nos miramos el uno al otro preguntándonos qué hacer a continuación. Les dije que tenía una idea pero que necesitaría su ayuda.

Me levanté del césped y tomé la mano de Silvana. La llevé a una de las sillas del patio. Me senté en él y abrí las piernas. Le pedí a Silvana que me chupara la vagina como lo hizo la última vez. Necesitaba que chupara la mayor cantidad posible de la carga que había depositado su marido dentro de mí. Ella vaciló solo por un momento mirando mi vagina ya escurriendo lentamente un poco del semen de Chris que parecía un moco muy blanco. Chris había puesto una gran carga de su esperma dentro de mí, podía sentirlo. Le había vaciado las bolas al esposo de mi amiga y eso me ponía muy cachonda. Se arrodilló frente a mí y colocó sus manos en la parte interna de mis muslos. Inclinándose hacia adelante tomó mis labios hinchados en su boca y comenzó a succionar.

Ella lamía lo que se escapaba de mí y chupaba mi abertura para sacar más. A pesar de que estaba nerviosa de haberle vaciado sus bolas dentro de mí, se sintió realmente bien. Incliné la cabeza hacia atrás y cerré los ojos. Silvana realmente se estaba tomando en serio en chupar el esperma de su esposo desde lo más profundo de mí. Se lo estaba tragando todo, sin dejar que nada se desperdiciara. Involuntariamente alcancé mis grandes tetas, las apreté y gemí. Mis manos se dirigieron a mis pezones y cuando los pellizqué sentí un chorro correr por los lados de mis senos. Hice esto un par de veces más cuando sentí las manos de otra persona en mis pechos. Abrí los ojos y vi a Chris inclinado sobre mí amasando una de mis grandes tetas con ambas manos.

Solté mi pezón y arqueé la espalda para empujarlos hacia adelante. Chris se arrodilló e inclinó la cara hacia abajo. Mientras su esposa me chupaba la vagina y se tragaba su semen, él chupó uno de mis pezones con su boca. Le tomó un par de intentos, pero pronto estaba enganchado y chorros de mi leche se disparaban en su boca hambrienta. Se sentía tan extraño que un hombre bebiera de mis tetas llenas. Este era un hombre, y no cualquier hombre, era el marido de mi vecina. Acaricié la parte de atrás de su cabeza mientras bebía de mí. Su esposa estaba haciendo un buen progreso. Sentí su lengua explorar dentro de mí. Era sorprendentemente larga y se arremolinaba en ...