Depravados Tripulantes - Relatos Eróticos

Depravados Tripulantes

... estuvieron bajo cubierta. – ¿Has visto como me miraban? Sácalos del barco o tendremos problemas, además de que huelen espantoso!

- Pero querida… - se justificó Richard. – No los puedo echar ahora que están a bordo y los necesitamos. Te propongo que naveguemos un par de días con ellos y si vemos que no funciona, volvemos aquí. ¿Te parece?

De mala gana y más que nada para no contradecirlo, Nicole estuvo de acuerdo aunque un presentimiento funesto le rondaba.

El día fue transcurriendo. Continuaron navegando aunque Nicole prácticamente no salió del camarote. Seguía sintiéndose incómoda con la presencia de esos sucios sujetos que la desnudaban con los ojos, por lo que dejó a su marido solo con ellos todo el día.

Al ir cayendo la tarde juntó coraje y decidió salir a cubierta a tomar aire.

Sorpresa desagradable la que se llevó al ver que los dos marineros vagos ocupaban sendas reposeras, fumando y tomando cerveza, mientras Richard con una sola mano intentaba guiar el yate.

- HEY! ¡Ustedes dos! ¡Hay trabajo para hacer! ¿O les pagamos para que tomen sol y beban? – prácticamente les gritó de mal modo.

- ¿Qué trabajo tienes en mente para hacer? Cariño… - replicó el viejo mirándola por sobre sus lentes.

-¿Qué tal levantar el culo de ahí y preparar la cena? Par de borrachos…

- De acuerdo… vamos hijo a preparar la cena, de todos modos ya tengo hambre Jejeje – ironizó el desagradable viejo.

Una enfadada Nicole se alejó hacia popa refunfuñando mientras el tilingo del marido ignoraba su bronca.

Durante la cena una vez más la chica montó en cólera al sorprenderlos cuchicheando entre ellos pues sus pezones se marcaban sobre la tela del vestido. Salivaban y hacían comentarios desagradables por cómo se le marcaba todo y que para ponerse eso más valía que estuviera desnuda.

Volvió a llamarlos borrachos y sucios e insultando subió a cubierta seguida de su marido que intentaba calmarla y los dos sujetos se desternillaban de risa.

- No los aguanto más Richard, no los soporto… - sollozaba la pobre.

- Solo un día más Nikki, esperemos un día más a ver si nos entendemos… debes comprender que son gente rústica, acostumbrada a ese tipo de vocabulario. Entiendo que te hayas sentido ofendida pero es que los necesitamos… un día más y decidimos que hacer ¿Sí?

Una vez más ella cedió. Muchas opciones no tenían encontrándose en medio del mar.

Esa noche, la pareja de recién casados dio rienda suelta a la pasión. Nikki totalmente desnuda galopaba sobre Richard teniendo profundamente insertada la pija, mientras sus tetas bamboleaban para todos lados cuando no eran sujetadas por alguno de ellos

-Si si si ohhhh si si… te amo Rick… oh si… mmmm… dámela siiiiiiii. –se expresaba la caliente rubia.

- Ya.. ya casi estoy mi vida… si si si ya casiiiii… no paressss… - seguía gimiendo.

Cuando unos golpes a la puerta retumbaron junto con unos gritos del viejo Pedro:

- ¡Por el amor de Dios, perra!… ¡córrete de una vez a ver si podemos ...