1. Maduritos interesantes. 2ª parte


    Fecha: 20/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos

    ... de un hombre varonil y reservado, que me hacía sentir una reina a su lado, que no me demandó nada…, a excepción de este tipo de sexo voyeur. Me armé de valor y avancé sumiéndome en el abismo más intenso de mi vida. Era probar la adrenalina con que soñé más de una vez antes de estar casada… sentirme dominada por uno o más canallas que te saben usar como a una puta.
    
    - Si es solo sentarme y tu estas ahí, bueno, -le dije-aunque los dos sabemos que va a ser más que sentarse a su lado, quizás hasta…
    
    Y preferí quedarme callada. He descubierto que soy potencialmente una sumisa y ahora pasaba a serlo en la práctica. Y era cierto que antes lo habíamos fantaseado y como fantasía nunca me había parecido tan terrible… una es mujer siempre, y a mí me gustan los hombres, sobre todo el mío, pero sí él me pone a otro estando a mi lado no me importa joder con ese desconocido, o amigo suyo… porque follar también me encanta.
    
    Ellos se dieron la vuelta para mirarme cuando volví, el que había ganado echó la silla atrás y me dijo…- Aquí Peladita. Me senté con cuidado en la silla dispuesta a su derecha. Las rodillas juntas y giré las piernas para ponerlas bajo la mesa de juego que es algo más alta y sólida que otras. Inmediatamente sentí el bulto cuando acompañó mi nano a su entrepierna. Me rodeó con sus brazos, olió mi cuello y dejó las cartas vueltas abajo. Jorge pidió cartas, el canalla me chupó la oreja y el tipo se puso a jugar.
    
    Yo no entiendo mucho el juego pero seguí sentada allí y no tardó en poner la mano sobre mi pierna bajo la mesa y comenzó lentamente a subirla. Me encontraba un poco incómoda, Jorge se daba cuenta pero no decía nada. No sabía si el otro se daban cuenta que me manoseaba las piernas. Me iba a parar pero la cara de Jorge era de “quédate allí”. Igual me paré y me fui a encerrar al dormitorio, estaba entre la indignación y la excitación, una mezcla de enojo, rabia y deseo, de incomodidad, de ardor y excitación (si la que me lee es mujer va a entender). A los pocos minutos Jorge abrió la puerta.
    
    - Cariño-me dijo-, tienes que irte a sentar allí. Y por como lo dijo era una orden
    
    - ¿Pero y el otro? Le pregunté.
    
    - Suárez no importa. Y tú sabes cómo son las cosas de las deudas en un hogar, son cosa de los dos ¿Verdad?
    
    Cuando decía: “tú sabes cómo son las cosas” debía de obedecer, obedecer o mandarme a cambiar, irme, desaparecer de su vida.
    
    - Me está metiendo mano hasta el alma, le dije.
    
    - No será la primera vez amor, quizás te hayas olvidado pero así es. Relájate y disfrútalo, mi amor. Además todos te admiramos… cualquiera quisiera hacerlo contigo.
    
    - Y si el tal Suárez se da cuenta… no quiero que me tomen por puta…
    
    - Bueno eso no ocurrirá, somos todos adultos y sabemos de qué va esto.
    
    Esa frase a mí me mata. Me la han dicho antes. Pero es cierto también. Me estaba portando como una niña.
    
    - Bueno, le dije muy despacio,pero tú estás ahí por si se propasa, ¿Verdad?
    
    - Si por supuesto cariño, no te voy a dejar ...
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