1. Un hermano chupapollas VII (FINAL 1/2)


    Fecha: 18/04/2019, Categorías: Gays Incesto Infidelidad Autor: ikcrtd16, Fuente: SexoSinTabues30

    ... boxer del mayor y lo estiró hacia abajo hasta que el gordo rabo de Julián salió de su escondite. Albert miró con deseo el alimento que había dejado de ingerir a la fuerza durante meses y se lanzó a ello como una hiena a su presa.
    
    Tras unos cortos minutos masturbando la polla de su hermano, el miembro del mayor comenzó a reaccionar a los estímulos de Albert, endureciéndose bajo la suave mano del infante. Pero no solo su verga estaba reaccionando, sino que su cuerpo también; los ojos de Julián se abrieron de par en par, encontrándose a su «inocente» hermanito pajeándolo en la oscuridad de la madrugada. Al principio pensó que aún seguía soñando, pero luego terminó percatándose de que no, no era un sueño.
    
    El primer pensamiento de Julián fue el de separarlo de él y pegarle una buena golpiza por tocarlo de esa manera tan sucia, pues él ahora tenía novia y ya no hacía esas cosas. Pero, conforme más pensaba en cómo separarlo, más ganas le daban de que siguiera, de que volviera a complacerlo tal y cómo habían hecho meses atrás. Quería sentir su boquita de nuevo, necesitaba volver a revivir aquellas sensaciones que solo su hermanito sabía cómo dárselas. Ya no era él el que pensaba, sino su hombre interior, el macho al que solo le importaba el placer y nada más.
    
    Su novia pasó por su mente, pero los oscuros deseos del mayor eran superiores a toda culpa que pudiese sentir. «A la mierda» Fue lo último que pensó Julián antes de que sus instintos tomaran por completo su sueño.
    
    Albert sintió su corazón pasarse cuando notó la mano de Julián en su cabeza, lo había pillado con las manos en la masa. Se encontraba avergonzado, quiso excusarse frente a su hermano pero fue humillantemente callado.
    
    — P-perdón Julián, yo-
    
    — Cállate y chupamela. — Dijo Julián con su atractiva y ronca voz que tenía recién despertado.
    
    Albert tragó saliva ante eso, sabía que su hermano le estaba regalando una última vez y que aquello no iba a poder repetirse nunca, a si que se limitó a obedecerlo como lo sumiso que era y aprovechar la oportunidad. Con el morbo recorriendo su pequeño cuerpo, Albert engulló aquel majestuoso rabo; el menor tragó todo lo que pudo, empezó envolviendo su glande con los labios, con su lengua recorriendo todo su contorno, saboreándolo. Albert también agarró sus peludos y colgantes huevos, y los masajeó mientras iba introduciendo aquel pedazo de carne en su cálida boca, poco a poco.
    
    Julián agarraba con fuerza las sábanas intentando reprimir sus más varoniles instintos, aguantando la mamada y evitando gemir fuerte, resignándose a soltar pequeños gemiditos y suspiros. A veces Julián lo miraba y se limitaba a sonreir y dejarle hacer a su hermanito lo que quisiera con su gran polla. Albert se sacaba aquel rabo de la boca, lo pajeaba un rato on las dos manos y se lo volvía a meter, cada vez succionando más profundo y fuerte, llegando incluso tragarla entera y a rozar el vello púbico de Julián con su naricita. Lo estaba haciendo gozar.
    
    El tiempo ...