1. Cuidando el perro de mi amiga en su clase de Yoga


    Fecha: 05/04/2020, Categorías: Zoofilia Autor: amaydorei, Fuente: TodoRelatos

    Recibí una llamada telefónica inesperada mientras me encontraba dando un paseo junto al río para despejar la mente en una tarde soleada primaveral. Era una amiga cercana que necesitaba un favor urgente: cuidar a su perro Jimin después de llevarlo al veterinario mientras ella asistía a su clase de yoga.
    
    No tenía problema con ello ya que se portaba muy bien e iba a hacer exactamente lo mismo esa tarde tanto con Jimin haciéndome compañía que sin él. O al menos eso pensaba.
    
    Acepté sin dudar la petición de mi amiga de cuidar a Jimin. Al fin y al cabo, me encantaba pasar tiempo con él y siempre disfrutaba de su energía y alegría.
    
    Después de recogerle nos fuimos al parque para que sociabilizara y se cansara un rato antes de ir a casa. Aunque esa tarde tenía otros planes en mente si ponía de su parte Jimin y estaba deseando llegar a casa para ver hasta que punto se podía animar para cumplir la fantasía que desde siempre había tenido de dejarme llevar y ver de que era capaz de hacer.
    
    Cuando llegamos al parque, Jimin estaba emocionado y comenzó a correr a mi alrededor. Le lancé una pelota y se lanzó tras ella con energía. En un momento dado, se acercó a mí y en lugar de darme la pelota como hacía siempre, la dejó caer al suelo sin más y empezó a frotarse contra mi pierna.
    
    Me eché a reír y lo aparté, recordando la manía que tenía de intentar montar a la gente cuando estaba contento, algo que a sus dueños les daba algo de vergüenza pero que a mi me hacía me hacía sentir cosas muy distintas y tenía que contener mis ganas de agacharme para que diera rienda suelta a su instinto animal conmigo.
    
    Una vez que consideré que ya había corrido lo suficiente como para cansarse, y antes de que se hiciera demasiado tarde, pusimos rumbo a casa para poder estar en un entorno más privado y sin que nadie pudiera molestar. Jimin seguía con mucha energía y muy juguetón, en casa intentaría encontrar una manera de relajarle aprovechando su manía de intentar montar las piernas.
    
    Me senté en el sofá y miré cómo jugaba con la pelota persiguiéndola por todo el salón, mi mente mientras tanto no dejaba de ser invadida por pensamientos e ideas que jamás imaginaría y a cada momento mi mirada se escapaba a la entrepierna peluda de mi amigo de cuatro patas. Debía de tener el tamaño de un dedo y medio de largo y era fina aunque sabía perfectamente que su tamaño podía crecer de una forma considerable en grosor y longitud si estaba excitado.
    
    No pude más que cerrar los ojos y morderme el labio antes de rendirme ante la idea... Me levanté del sofá y bajé todas las persianas de la casa, no fuese a ser que los vecinos vieran algo que no debiesen.
    
    Mi cabeza pasaba por mil pensamientos mientras revisaba por segunda y tercera vez que todo tanto la puerta como las persianas estuvieran cerradas para que no pudiera molestarnos nadie.
    
    Lo primero que hice fue jugar un rato con él de forma activa para que estuviera lo más animado posible, aún sin saber si eso podría ayudar o ...
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