1. Las refugiadas - Revisiones ginecológicas


    Fecha: 27/03/2020, Categorías: Fetichismo Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... tanto ella como su hija, por lo que me han contado, han crecido y vivido en un ambiente que no es exactamente el estilo de vida, tal como lo entendemos en España, pero sí tiene muchos elementos, salvo el de la voluntariedad.
    
    —¡Ah!, ya.
    
    —Están profundamente condicionadas para ser sumisas. Para depender.
    
    —No necesito que se auto justifique… y si usted lo necesita quizá no es adecuado para ser el Amo.
    
    —No. No es auto justificación. Al menos con ella. Es como es y no me plantea ningún problema. La que me preocupa es su hija.
    
    —¿Por?
    
    —Según cuenta, y la madre le da la razón. —Señaló hacia dónde estaba Anastasia—. Según cuenta, su padre prometió desvirgarla al cumplir años. Y ahora quiere que sea yo.
    
    —No es su hija. En su caso no es incesto.
    
    —Ya. Eso no me preocupa, pero es… pequeña.
    
    »De tamaño, me refiero. Su padre, no solo la condicionó para que busque la humillación, también la sometía al hambre. Uno o dos días a la semana la dejaba sin comer. Mide metro treinta y cinco y pesa veintinueve kilos. Y lo que es peor no quiere aumentar, al menos de peso.
    
    »Temo que el resto también sea pequeño y se lesione…
    
    —Creo que en eso le puedo ayudar… como médica, no como Domina, al menos no relacionado con el club.
    
    —¿Qué quiere decir?
    
    —Es menor, por lo que no podemos incluirla oficialmente en nuestro juegos, pero ya es lo bastante mayor como para su primera revisión ginecológica. Puede traérmela el miércoles que viene a la misma hora. De hecho, si viene en ayunas puedo extraerle sangre para la analítica completa…
    
    —¿Y la madre? —la interrumpió Pedro.
    
    —Ella ya estará… ¿Quiere decir la analítica?
    
    —Sí.
    
    —Es otra opción. Pero con la hija no solo quería hablarle de la revisión. Supongo que no habrá pensado en recurrir a juguetes para desvirgarla.
    
    —En su momento se los insinué… o mejor dicho le ordené que empezase a usar un plug anal para ir ensanchando su ojete. Y ambas, madre e hija, me dijeron que preferían que primero se lo rompiera, que luego, si seguía estrecho y me desagradaba pues ya se lo ensancharía con lo que quisiera.
    
    —Tráigala. Veremos qué tal es de flexible, veré de darle algo de tiempo. Y si no, luego siempre puede traérmela y arreglamos las fisuras que se le produzcan... Si ella realmente lo pide seré discreta en su arreglo.
    
    »Pero comprenda que deberé interrogarla, incluso sin su madre.
    
    —Sí. Lo entiendo. Hay una cuestión adicional que me frena para hacerlo, pero no es de ellas sino mía… aunque es cuestión de algo de tiempo.
    
    »Y respecto a sus problemas alimenticios…
    
    Siguieron hablando hasta que la enfermera indicó que Anastasia ya estaba lista.
    
    —Han sido ocho enemas —explicó la enfermera—, de dos litros cada uno, antes de conseguir que el último saliera solo y limpio.
    
    »Además ya la he sondado.
    
    —Sabes que me gusta hacerlo a mí —indicó Melanie—. Te has ganado un castigo esta noche.
    
    —Sí, Domina.
    
    —Lleva el ecógrafo.
    
    Otro cuarto, mucho más grande que la consulta, adosado a esta, ...
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