1. Un marido orgulloso.


    Fecha: 15/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... pezones apuntaban al frente de manera indolente, sin que su dueña sintiera ningún tipo de vergüenza, es más me dio la impresión de que se sentía a gusto, y que disfrutaba el que otro hombre que no fuera su marido también le viera las tetas.
    
    Yo en realidad me sentía algo cortado por la situación, pero no despegaba los ojos de tan bellos senos. Adela tomó la palabra y dijo. “¿Ve Doctor? todo el tiempo es así, cuando nos visita algún amigo de William, y no tan solo quiere que yo les muestre las tetas, sino que después le pregunta a su amigo, ¿Qué si quiere verme toda desnuda? Y hasta ahora ninguno ha dicho que no. Por lo que yo después de que William me da la orden, me quito lo poco que tenga encima.”
    
    En ese instante, desee profundamente, que me lo preguntase a mí. Pero William como que dio por hecho el que yo tenía bastante interés en ver a su mujer del todo desnuda, por lo que sin realmente decir nada, solo le hizo una seña a Adela con su mano izquierda como diciéndole. “Ha ver termina de quitarte todo.”
    
    A lo que su mujer, sin pérdida de tiempo frente a mí se ha bajado el pequeño pantalón corto que estaba usando. Y en cosa de segundo, también se lo quitó. Quedando del todo desnuda, frente a mí, de inmediato pude apreciar su frondoso, y tupido coño, el pelambre era bastante abundante, pero a pesar de ello sus labios vaginales se podían apreciar sin mucho esfuerzo de mi parte.
    
    Por lo visto no estaba usando nada de ropa íntima, bajo los pantalones. El hermoso cuerpo de Adela contrastaba con el color rojo de mi sofá, ella permaneció sentada unos segundos, pero de inmediato se levantó, y como si fuera una modelo de pasarela caminó frente a mí moviendo su culo divinamente. Yo trague en seco, no esperaba que las cosas llegasen hasta ese punto.
    
    Pero Adela se detuvo, y continuó diciendo. “Pero si fuera únicamente eso no diría nada, pero después de que le muestro mi cuerpo a su amigo, William también le pregunta. Que si le gustaría tocar mi suave piel. Y ya se imagina lo que sus amigos dicen.” Al terminar de decir eso, William me hizo la misma pregunta a mí.
    
    A lo que honradamente, le respondí que sí, de inmediato, aunque dando un traspié, Adela se acercó a mí descaradamente. Por acto reflejo me paré de inmediato, con la intención de sujetarla, y no fuera a dar al piso. Pero la cosa es que Adela terminó entre mis brazos.
    
    Podía sentir el calor de sus senos contra mi pecho, mis manos pienso yo que de manera accidental se posaron en sus hermosas nalgas. Por unos instantes que me parecieron extremadamente cortos, nuestras bocas casi se besaron.
    
    Pero no lo hicimos, aunque mi verga prácticamente deseaba salir de su encierro, esperé a ver que más decían ellos dos, pero sin separarme del cuerpo de Adela ni un solo milímetro. Yo de inmediato voltee a ver que expresión ponía William, por lo que estaba sucediendo entre su mujer y yo.
    
    En esos momentos su rostro reflejaba una gran felicidad, es más, más que felicidad su rostro reflejaba un ...
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