1. El jefe de su marido (sexto capítulo)


    Fecha: 13/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... ese señor se introdujo bajo la tela de éstas. – Este coño debe ir siempre tapado con bragas que estén a su altura.
    
    -Me alegra que le gusten. – gimió al sentir la mano abarcando su sensible coño.
    
    -No solo me gustan – ese viejo agarrando la mano de ella la dirigió a su pantalón – Me ponen cachondo. Lo ves?
    
    -Si – la mano de ella sintió el sexo de ese señor totalmente duro – Lo tiene muy duro.
    
    Se arrodilló delante de él y mirando al bulto de su pantalón le desabrochó el cinturón, soltó el botón y bajó la cremallera. Él la miraba atento y sentía curiosidad por lo que esa mujer quería hacerle. Ella apoyó su cara en la tela que separaba su rostro de aquel sexo que tanto le atraía y lo olió. Besó con devoción su bóxer y lo bajó un poco, dejando a la vista el grueso glande, cada vez que lo miraba se sorprendía por su color amoratado y por lo gordo que era. Un gemido de satisfacción brotó de su garganta cuando sus labios besaron el glande. Se sentía feliz de poder estar de nuevo besándolo. Sus manos bajaron la ropa y sujetaron el pene de ese hombre, comenzando a masturbarlo lentamente. Esta vez, fue el señor Gómez quién gimió al sentir como Silvia se metía su polla en la boca y comenzaba a chupársela. Aquella inocente mujer casada se transformaba cada vez que tenía su pene en la boca y esta vez no era distinta. Lo miró a los ojos mientras le daba placer con sus labios, era una mirada de agradecimiento, de satisfacción. Silvia sentía brotar sus flujos íntimos, estaba segura que tendría las bragas empapadas. Detuvo su mamada y poniéndose de pie lo llevó de la mano a su habitación.
    
    Por primera vez fue ella la que le quitó la camisa y acarició su velludo pecho. Se sorprendió de sentir que le gustaba acariciar y mirar aquel varonil torso. Acaso le estaba atrayendo ese viejo? Sus manos acariciaron su barba y le besó. Besó su barba, su cuello y la boca. Sus lenguas se tocaron, mezclaron sus salivas. Esa mujer le estaba haciendo perder el control y le sacó la camiseta. Mirando sus pechos llevó las manos a ellos y se los agarró.
    
    -Tus tetas son preciosas.
    
    -Le gustan?
    
    -Muchísimo – y desesperado acercó su boca a ellas y se las besó y chupó.
    
    Silvia gimió al sentir como ese viejo le chupaba los pezones y los estiraba entre sus labios. Gimió cuando ese señor le agarró las nalgas con sus grandes manos y se las apretó como deseando marcar sus dedos en ellas. Y se excitó con esa idea.
    
    -Por qué las agarra con tanta fuerza?
    
    -Me excita sentir mis dedos hundiéndose en tus nalgas. Te hacen daño?
    
    -No, nunca me habían agarrado las nalgas tan fuerte.
    
    -Te gusta como lo hago?
    
    -Si… -gimió al sentir como aquellas manos aumentaban la fuerza.
    
    -Estate segura que si no fuera porque estás casada lo haría mucho mas fuerte pero no quiero dejarte marcas.
    
    Silvia acercó su boca al oído de ese hombre y lo dijo.
    
    -Hágalo si lo desea.
    
    -Estás segura?
    
    -Si
    
    -Crees que podrás soportar lo que deseo?
    
    -Lo intentaré.
    
    -Ponte en la cama a cuatro ...
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