Empezando a aceptar - Relatos Eróticos

Empezando a aceptar

... entregado a mis caricias hasta que no soportó más y empezó a eyacular con una respiración muy agitada, yo me encontraba muy excitada viendo como había gozado, por fin bajo su cuerpo cubriendo la mancha de semen de las sábanas, deje de mover el plug, pero eso si lo deje en su interior

- ¿Para repetirlo? – le pregunté

- Cuantas veces quieras

- Deja un rato ahí el plug – le pedí, - aún no lo saques, recupérate y me gustaría que me hagas el amor con el plug puesto.

- Se siente muy rico – me confesó – puede ser que quiera usarlo todo el día como tú lo haces

- No hay ningún problema, en realidad me excita la idea de que lo hagamos mientras que no empecemos a pelearnos por él

Prácticamente su pene no perdió del todo la erección, y en muy poco rato su pene recuperaba totalmente y listo para la acción, estábamos ambos de costado viéndonos de frente y mientras el frotaba su pierna contra mi clítoris, yo me dediqué a acariciar y pellizcar sus nalgas, no quise ir aún más allá y juguetear con el plug que tenía en su ano, porque quería disfrutarlo y no estaba segura cuanto más podría durar si estimulaba aquella parte que ya me había demostrado como lo disfrutaba.

- Parece que el plug funciona como viagra para ti – le comenté

- Si, es muy excitante sentirlo ahí

- Vamos a tener que visitar la tienda, recuerdo haber visto algunos muy ricos con vibrador e inflables

- Sinceramente me gusta este que me pusiste.

- Es que no has sentido vibrar nada dentro tuyo, te va a alocar, y el inflable ayuda para que la penetración sea suave primero y conforme pasa el tiempo te ayuda para ir abriéndote aún más.

- Y ¿para que pudiera necesitar que me abras más?

- No sé, ¿qué tal prepararte para que te entregues a Adolfo?

No me respondió, pero sentí su pene latir fuerte, estoy segura de que estuvo a punto de eyacular con la sola idea, pero yo quería disfrutarlo así que no quise seguir con el tema, me giré jalándolo sobre mí, quería sentirlo yo, así que se acomodó entre mis piernas y su pene entraba cual cuchillo caliente en la mantequilla, estaba demasiado mojada y mi vagina muy dilatada para recibirlo.

- Por favor, quiero tenerte el mayor tiempo posible dentro de mí.

- No se cuanto pueda mantener eso, una cosa es estar acostado con el plug en el ano y otra muy diferente estar en movimiento, ahora entiendo porque es que te gusta tanto traerlo puesto todo el día.

Lo disfrute demasiado, su pene estaba muy duro y muy erecto, su corazón bombeaba demasiada sangre en él, sus movimientos eran especialmente excitantes, no estoy segura a que se debía, si la sensación de tener ese pequeño intruso en su ano que me había entregado unos minutos y que estaba siendo usado y su movimiento le generaba mucho placer, pues se lo que se siente tenerlo colocado y estar en movimiento, la simple idea de lo que sucedía a mí me tenía en un estado orgásmico tremendo, era como si el orgasmo fuera muy largo, no tan intenso pero si muy placentero y no ...