La zorra es compartida - Relatos Eróticos

La zorra es compartida

... porqué no me esperaba besos, es algo íntimo, no sé si puedo besar a otro, no sé si debo, si es correcto, si no es demasiado íntimo. Pensaréis que soy una puta descerebrada, aquí estoy atada a disposición de todas las cosas cerdas que me quieran hacer y me preocupan unos besos. Pero así es, hay ciertas cosas que van más allá del sexo guarro que para mí tienen más importancia, intimidad o cercanía. Entre ellas los besos, las caricias, los abrazos, los suspiros en un oído, apartar el pelo con delicadeza…

Y este hombre está haciendo muchas de esas cosas. No parece un cerdo deseoso de hacerme cosas guarras y ya está. Está siendo delicado, me ha inspeccionando con caricias…ahora me besa. Ummmm. Joder, y besa de miedo. Creo que me voy a dejar llevar y disfrutar de estos magníficos besos que me está dando y que me están calentando las entrañas.

Estoy muy excitada y él sigue tocándome, pero mi coño necesita… reclama atención y no llega. Me estoy poniendo nerviosa. Y por fin llega, me toca por fuera. Gimo. Me fricciona y aprieta mis partes. Mueve las perlas y no paro de excitarme in crescendo. Por fin retira mi tanga, mete una mano en mi coño y otra en mi tripa. Oh señor!!!! Si, me está haciendo unos dedos increíbles, ha dejado mi clítoris y mete sus dedos en mi interior mientras presiona y masajea mi tripa. Me aceleró, gimo, gimo, resuello. Un orgasmo está creciendo dentro de mí, empiezo a gritar y él actúa con más contundencia, más celeridad

-zorrita te vas a correr?- La voz de mi Amo me sacude.

-Creo que sí Amo. Puedo?-

-Si, correte putita-

… oooohhhh si y llega aquí, y me atraviesa, me agarró a las cuerdas de mis muñecas y grito, alto. Me deshago.

-zorrita, qué espectáculo más maravilloso. Viggo, vamos a desatarla.- su nombre, ahora sé cómo se llama.

-Sabes zorrita ahora que le miró bien. Hace honor a su nombre. Se parece mucho a Viggo Mortensen. Guapetón, pelo largo, alto.- está disfrutando, tiene un dejé socarrón inigualable.

-Ojala Amo- no me fío, no me lo quiero creer. En mi mente tengo a un tipo feucho, con gafas, medio calvo, bajo y medio barrigudo. Pero pensándolo bien, muy bajo no puede ser, cuando me besaba yo tenía que forzar mi nuca hacia arriba, y besa como los putos dioses. Un hombre que besa así será porque tiene experiencia, quizás no sea tan feo. Bueno, mejor no me hago ilusiones. Para el caso lo voy a hacer igual.

Me desatan y me apoyo en ellos, la postura forzada y el orgasmo que acabo de tener me han debilitado. Me colocan de rodillas y Viggo se pone delante mía.

-Ya sabes lo que tiene que hacer putita, devuélvele el placer a Viggo-

-Si Amo, con mucho gusto-

Llevo mis manos a sus muslos y subo hasta su entrepierna tanteando, sigo cegada, él ya se está desabrochando. Saca su miembro y me lo pone en cara. Lo cojo con las manos e inspecciono un poco. Está medio duro. Bien, cuando están así también es un gusto para manejar en la boca. Le pasó la lengua cuan larga es. Es grande, y todavía no está a ...