1. Las vecinas beatas 8


    Fecha: 12/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: CacharroLoco, Fuente: TodoRelatos

    ... resumiendo mucho, y omitiendo más.
    
    -Bueno, ya está aquí, más cerca de ti, como ella y Noemi te pedían, y me encanta. Se hace querer la tía.- me dijo, mirandola los dos como dormía.
    
    -Bueno mi amo, ¿quieres algo más, o dormimos?, son las 3 .-me dijo acariciando mi pecho.
    
    La mire, y ya sabía que sí, pero mejor dormir. Nos besemos y apague la luz de la mesita de noche.
    
    La pobre Lurdes se adaptaba como podía al ritmo de la ciudad, y al de nuestras vidas. Chochín la metió en la gestoría a hacer, “no sabemos bien qué”, pero tenía trabajo sin saber ni usar un ordenador. Noemi consiguió el piso al doblar la esquina, y claro, ya tenía otra vez el piso lleno de coñitos y tetas danzando todo el día por casa.
    
    Chochín se aplicaba, y acababa el máster con su nueva sumisa, que la mimaba y le hizo coger más peso, algo que me encanto, porque tenía más tetas y un culo espectacular. Julia vivía conmigo, y alguna noche se quedó cuando venía Noemi, son bastante parecidas, pero Julia no tiene el mundo recorrido, ni los estudios de Noemi, y enseguida se asombró cuando hablaba chino con Chochín, o me hacía alguna llave para tirarme al sofá.
    
    Chochín desayunaba con Concha y se iba a trabajar pasando a recoger a Lurdes, que vivía sola, pero después del trabajo, siempre venía a casa a comer, pasar la tarde y cenar.
    
    Una mañana, Lurdes la esperaba en la esquina, y hablaba “por tercera vez” con un portero del bloque de la esquina, que hacía chaflan. Tomo aire, y saco su cuchillo acercándose sonriente, le dio los buenos días y dos besos a Lurdes y le dijo:
    
    -Ve tirando, que ahora te pillo cariño.
    
    Y Lurdes extrañada y viendo un brillo en sus ojos que la asustó, asintió y empezó a caminar.
    
    -¿Qué chica eh? Es un encanto. Siempre charlamos mientras te espera.- le explico nervioso el portero, sabiendo que se le veían las intenciones con la dulce pueblerina, y viendo como le miraba Chochín.
    
    Le puso el pequeño cuchillo en su paquete y le dijo:
    
    -Como le vuelvas a dirigir la palabra o saludarla, aunque sea desde dentro, vengo con mis primos, y te cosemos a puñaladas ¡Baboso!.- Y se guardó el cuchillo girándose, y dejándolo casi meandose de miedo.
    
    La alcanzo, y le dijo cogiéndola del brazo:
    
    -Debo hablar con tu ama, veo que no te ha quedado claro con qué tipo de hombres te puedes relacionar.- y la soltó, con ella asintiendo, y sin decir nada.
    
    Julia avisaba siempre a Chochín, si iba a su casa, por si estaba jugando con su madre, pero a esa hora no estaba, y entro en su casa sin más, dando los buenos días. Concha había recibido los buenos días de Chochín en el sofá del salón, y se había quedado dormida desnuda, con la blusa abierta y las piernas también abiertas con algo metido en su coñito. Julia saco el móvil, hizo una foto, y se fue de casa aguantando la risa.
    
    -Como ha cambiado el rosario de la mañana. - dijo al entrar en mi casa riendo.
    
    Yo había ido a la oficina, y se decidió a limpiar y ordenar un poco en casa. Se quito la bata de seda y ...
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