1. Veraneando en la playa


    Fecha: 11/04/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... por el pueblo y luego algún chapuzón en la piscina. Mi hija al saber que yo me quedaba, logro convencer a su madre para quedarse en el complejo conmigo, haciendo lo propio Betty.
    
    A media mañana, tras el primer chapuzón, decidí salir un momento a la calle a comprar pan dejando mi hija y a Betty en la piscina. Cuando volví al apartamento con la intención de dejar el pan, me dirigí al baño con la intención de orinar. Yo daba por hecho que las chicas estaban en la piscina y al haber marchad el resto de la familia a la playa, entre sin llamar, ya que pensaba que estaría desocupado. Grande fue mi sorpresa cuando nada más abrir la puerta, me encuentro de lleno con la circunstancia de que el baño estaba ocupado, y que había una persona sobre el inodoro, constatando que se trataba de Betty.
    
    Me percaté que la joven ese día llevaba puesto un bikinis, en lugar del bañador que nos tenía acostumbrados, y ahora, en la posición en que se encontraba, solo tenía puesta la parte alta de dicha prenda, mientras se hallaba sentada con las piernas abiertas, sobre la tapa del inodoro. En aquella posición la joven estaba mostrando toda su cuquita, que por cierto ya se encontraba bien poblada de bastante vello.
    
    Mi sorpresa fue mayor al constatar que la joven tenía en sus manos mi maquinilla de afeitar, observando que se había enjabonado el vello, con el jabón de afeitar.
    
    La chica evidentemente se asustó mucho al verme. No obstante, me sobre puse y trate de suavizar la situación lo mejor posible, diciéndole: -lo siento Betty. N te asustes. Perdona que haya entrado de esta forma, pero “te hacía en la piscina con mi hija”.
    
    No obstante, sin saber por qué motivo no me retiré, quedándome absorto contemplando aquella joven, especialmente el conejito de esta con abundante vello. Me di cuenta que aquello tenía toda la apariencia de que la joven se quería rasurarse sus partes. Evidentemente, sin poder contenerme, aquello me produjo una manifiesta excitación llegando a preguntarle:
    
    Pero Betty ¿puedes decirme que es lo que haces con mi brocha y maquinilla de afeitar? ¿No me digas que pretendes afeitarte ahí?
    
    La joven me miro muy ruborizada, e instintivamente cerro sus piernas, colocando la mano que tenía libre delante de sus partes tratando de ocultar su intimidad. A pesar de la vergüenza que la misma me respondió débilmente: -Ay Ramiro. Por favor, no les diga nada de esto a mis padres. Ni a nadie. ¡qué vergüenza que me haya visto!
    
    Trate de tranquilizarla diciéndole: -tranquila no se lo diré a nadie. Pero dime ¿por qué quieres afeitarte tus partes? ¿Cuál es el motivo?
    
    La joven con voz temblorosa, me mira y me contesta: es que, “algunos chicos se han reído de mi esta mañana en la piscina, ya que me salen pelos por los lados de mi bikini”…… Me dijeron que soy una “peluda”.
    
    En cierto sentido me enterneció, y con mucho cariño, le indique: Ya, pero no debes hacerles caso. Esos chicos son unos críos, ya que no saben que las señoritas, cuando llegan a una ...
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