1. Iniciando a mi primo 2


    Fecha: 10/04/2019, Categorías: Gays Autor: jjrico, Fuente: TodoRelatos

    ... mi culo en pompa, mordía las sábanas para no gritar como un loco mientras mi primo no bajaba el ritmo. Con las manos me abrí los cachetes para que me la clavara aún más al fondo y él siguió bombeando repetidamente sin descanso. Estuvo un buen rato taladrándome hasta que comenzó a gritar que se corría, hacía tiempo que no me preñaban así que le pedí que me lo dejara todo dentro. Sentí como su miembro se endurecía aún más dentro de mí y entre espasmos comenzó a inundar mi interior con su leche, cayendo los dos agotados en el colchón.
    
    Carlos estaba rendido, bocabajo con las piernas abiertas casi dormido yo fui recobrando fuerzas y me metí entre sus piernas, separé sus prietos cachetes y con mi lengua comencé a trabajarme de nuevo su virgen esfínter, de vez en cuando le lengüeteaba sus bolas que asomaban bajo su cuerpo, para seguir relamiendo su agujero con delicadeza. Mi lengua se iba abriendo paso poco a poco, invadiendo su intimidad cada vez más en cada lengüetazo, estuve un buen rato deleitándome en aquella comida de culo, hasta que fui introduciendo un dedo bien ensalivado continué jugando con mi lengua y mi dedo, escuchando los leves gemidos de mi primo que se dejaba hacer, esta vez añadí otro dedo más al juego y Carlos no opuso resistencia. Seguí tabajandole el agujero un rato más hasta me envalentoné, embadurné mi rabo en lubricante y mis dedos para lubricar bien el ojal.
    
    Pero entonces mi primo súbitamente se incorporó y se puso de pie, me comentó que no estaba preparado para seguir con aquello. Yo le dije que no se preocupase, que sólo llegaríamos hasta donde él quisiera llegar. Me acerqué lentamente a él y comencé a besarlo al tiempo que agarraba su rabo morcillón. Lo apreté contra la pared y continuamos besándonos mientras nuestros rabos se rozaban entre sí.
    
    Continuamos besándonos con nuestras lenguas un buen rato, como dos adolescentes que se enrollan por primera vez y no quieren llegar más lejos, hasta que vi como mi primo había recuperado la calentura con el rabo totalmente tieso, entonces volteé a mi primo y lo puse contra la pared, giró su cabeza y seguimos besándonos mientras que comencé a restregarle el rabo por su raja, con uno de mis dedos lubricados volví a la carga en su anillo a la par que continuaba refregándole con la polla. Al poco saqué mi dedo y encaminé la punta hacia su esfínter presionando sin forzar, muy lentamente se fue abriendo paso. Carlos me pidió que parase, pero justo en ese momento el capullo atravesó su anillo y se quedó sin voz. Su piel se erizó por completo y me rogó que no entrase más que le dolía. Con mi mano le agarré el rabo que se le había bajado un poco y empecé a pajearle a la par que con mi lengua recorría su cuello y su espalda. Con sumo cuidado fui apretando poco a poco mientras su esfínter se relajaba con la paja, hasta que muy lentamente nuestros cuerpos se juntaron. Entonces le susurré al oído que ya estaba toda dentro, palpó con su mano para comprobar que era cierto y su cuerpo empezó ...
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