1. Iniciando a mi primo 2


    Fecha: 10/04/2019, Categorías: Gays Autor: jjrico, Fuente: TodoRelatos

    Transcurrieron las semanas y mi vida había cambiado, sentía que en aquellos meses había rejuvenecido varios años. Estaba pletórico machacándome en la piscina, volvía a casa deseoso de sexo; unas veces me complacía mi esposa, pero otras me quedaba con las ganas y tenía que pajearme para bajar mi calentura diariamente y poder dormir.
    
    Mis aventuras homosexuales seguían reducidas al máximo, tan solo pude disfrutar de un encuentro casual con Juan en el garaje, nos escondimos en el cuarto de contadores y me regaló una mamada rápida porque los dos teníamos que subir a casa pronto. Me la mamó rápido hasta que me corrí y se lo tragó todo para no mancharnos, sin compartir nada. Ni siquiera me dejó comérsela porque tenía prisa, por lo que me dejó babeando con ganas de tragarme su lefa.
    
    Desde mi encuentro con mi primo en el pueblo no habíamos vuelto a hablar del tema. Cuando nos veíamos en reuniones familiares hablábamos como si nada hubiera ocurrido, incluso nos tomamos algunas cervezas al salir del gimnasio y nunca mencionamos aquello, yo pensaba que quería pasar página, así que para no perjudicar nuestra relación tampoco quise sacar el tema. Prefería perder un amante que perder a mi primo, así que seguimos como si nada.
    
    A principios de noviembre me llamó por teléfono para decirme que el ayuntamiento del pueblo nos había reclamado más papeles y teníamos que volver, así que nos organizamos para ir un día. El arquitecto municipal nos dio cita para las 6 de la tarde, por lo que tendríamos que dormir allí para no volver conduciendo demasiado tarde.
    
    Quedamos para salir de nuestra ciudad a media mañana y comimos algo rápido en una venta de carretera. Durante el camino nuestra conversación giró entorno a los niños, el trabajo, las navidades, el fútbol, poco más. Por un lado, me sentía reconfortado de que nuestro desliz no hubiese empañado nuestra relación, incluso comentamos de pasada el sexo, diciéndome que tenía a su mujer desesperada de querer follar todo el rato, seguíamos siendo amigos y confidentes, así que tendría que conformarme con eso.
    
    Cuando llegamos al pueblo entramos en la casa y cerró la puerta de la calle nada más entrar, me pareció raro porque cuando estábamos en esa casa siempre teníamos costumbre de dejar la puerta abierta. Entramos al salón me sorprendí al ver la chimenea encendida, me comentó que había avisado a la señora que iba a cuidar la casa, para que la encendiera y calentar el ambiente para cuando llegásemos.
    
    De pronto se abalanzó sobre mi y me besó en la boca, hurgó con su lengua y yo abrí mis labios para dejar que se juntasen ambas en un intenso morreo. Tras varios minutos así se separó de mi y me confesó que lo tenía loco desde nuestro último encuentro. Me comentó que estaba caliente las 24 horas, como me pasaba a mí, y que su mujer estaba desesperada de sus ganas de follar, que se mataba a pajas y que no paraba de ver porno gay cada vez que tenía ocasión. Nunca me había dicho nada porque estaba hecho un mar de ...
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