1. La casa del acantilado primera parte.


    Fecha: 10/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que quería hablar conmigo.
    
    +Si pasa Tatiana, tengo que hablar contigo.
    
    Tatiana lo primero que vio fue el panel de pantallas que había en la pared, no hacía falta que Leonor le diera el motivo de aquel encuentro, repaso con la mirada cada una de las pantallas rogando que la pequeña sala donde se encontraba la vitrina con los relojes no apareciera, Leonor dejó que ella misma se delatará, no tenía prisa, se relamía pensando en aquellas tetas que estaba apunto de saborear, se imaginaba mil formas de poseerla, Tatiana encontró la pequeña sala donde se veía perfectamente la vitrina con los relojes, ella simplemente había cogido uno, pensaba que no se notaría y podría sacar bastante por el, Kaspar su hijo pequeño podría comprarse la moto que tanto quería, miro a Leonor esperando que lo siguiente que oiría sería "Quedas despedida o te voy a denunciar", se le encogía el estómago al pensar en Mijail, no podía ni pensar en lo que sucedería, sentiría una vez más aquel cinturón silbando en el aire antes de estrellarse sobre sus nalgas, por mucho que le suplicara el no se detendría, sus piernas comenzaron a temblar, sentía pánico.
    
    + ¿Qué quieres que haga Tatiana?
    
    Tatiana se la quedó mirando, no entendía lo que estaba pasando.
    
    +¡No me despida!, no puedo...no me despida señora.-Las lagrimas salían sin control.-Mijail me matará...haré lo que quiera...pero no me despida...entrégueme a la policía si quiere.
    
    Leonor se puso en guardia al escuchar que tenía más miedo a Mijail que a la policía, eso le sonaba, lo había sentido en su propia piel, sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo, cerró los ojos durante un instante en el cual le vino a la mente a su padre, usaba un látigo con ella y su madre, las noches de los sábados su padre llegaba borracho, su madre intentaba tenerlo todo de manera que a él le gustaba, pero siempre había una excusa para usar el látigo, obligaba a su madre a desnudarse para humillarla más, después llamaba a Leonor para que no se perdiera detalle de los latigazos y si se negaba la obligaba a ocupar el lugar de su madre.
    
    +Desnúdate Tatiana.
    
    +¡Perdón!
    
    +Quiero verte desnuda, confía en mí.-Quería comprobar lo que sospechaba.
    
    Tatiana comenzó a desabrocharse la camisa, cuando se había desabotonado todos los botones se detuvo.
    
    +Por favor señora.-Sus lágrimas no se detenían, su cabeza estaba agachada sintiéndose humillada.
    
    +Tatiana, mírame.-Leonor alzó la voz haciendo que la mirara.-Confía en mí, quiero verte desnuda.-Ella sabía que si se le preguntaba si Mijail la maltrataba lo negaría, su madre se pasó veinte años negándolo.
    
    Tatiana se quitó la camisa, Leonor pudo ver aquellas maravillosas tetas encerradas en un sujetador blanco, pero le amargó ver los cardenales disimulados por la camisa.
    
    +Ese hijo de puta no volverá a ponerte una mano encima, esta noche te quedarás conmigo.
    
    +No puedo señora, será peor si no voy.-Tatiana hablaba sintiéndose un flan.
    
    +No, no pienso permitir que lo vuelva a hacer, hoy ...