1. Lo que comenzó con un vibrador terminó con el jardinero


    Fecha: 09/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: DAMECANDELA, Fuente: CuentoRelatos

    ... buscaba.
    
    Jorge había sentido olor a quemado y había entrado a la cocina, pero no había encontrado a dueña de casa. Se tomó el atrevimiento de apagar el horno, y comenzó a buscarla. Al pasar por la habitación vio que la puerta estaba entreabierta, por lo que supuso que la mujer estaba allí.
    
    - Juana? - dijo elevando un poco la voz, pero nadie respondió.
    
    Se acercó cuidadosamente a la puerta, y escuchó los gemidos. Abrió muy lentamente la puerta, como para darle a Juana la posibilidad de evitar su entrada. Pero ella no lo hizo. Al abrir la vio allí, recostada, transpirando agitada, masturbándose con su vibrador. De repente sintió cómo su verga palpitaba, y cómo sus latidos se aceleraban por la tensión de encontrarla en esa situación.
    
    Pensó que al notar su presencia iba a intimidarse y taparse, pero sin embargo ella lo miró fijamente y continuó estimulándose. Sus gemidos se intensificaron, un poco porque la calentaba la presencia del jardinero, y otro poco porque le encantaba el morbo de saber que él se excitaría con esa vista. Juana se levantó aún más el vestido, para que el hombre viera bien cómo entraba y salía el vibrador de su cuerpo, y cómo los fluidos empapaban el enorme juguete.
    
    Jorge era un hombre de unos 42 años, de piel oscura, curtida por trabajar bajo el sol. Se veía fornido, tenía unos brazos grandes y musculosos de tanto hacer fuerza. Juana tenía 50 años, era de baja estatura y complexión robusta. Sin embargo, a pesar de no poseer una juventud y una belleza culturalmente admirables, era muy atractiva, tenía unas tetas grandes y unas caderas exuberantes.
    
    Ella nunca había pensado en él como alguien especialmente deseable, pero en ese momento sintió un magnetismo. Lo vio por primera vez con otros ojos. Unos ojos de fuego.
    
    Jorge, parado inmóvil en la puerta, sin saber si irse o quedarse, la contempló unos segundos mientras ella gozaba. Le encantaba ver a una mujer haciéndose cargo de su propio placer, sin tabúes de usar un juguete o de que un hombre que no fuera su marido la mirara. Luego de unos momentos, viendo que Juana no dejaba de masturbarse, se acercó a ella, sin parar de contemplarla, y sintió su miembro bien duro.
    
    - Te gusta lo que ves? - preguntó Juana
    
    Jorge no respondió, se acercó más a ella y comenzó a tocarla mientras ella continuaba pasándose el vibrador. Sus dedos se empapaban, y él recorría todo su sexo, mientras ella disfrutaba. Esa doble estimulación la volvía loca. Él se acomodó y se agachó a sus pies, le quitó completamente la ropa interior, y comenzó a pasar su lengua por toda la zona. Juana comenzó a gemir más fuerte. Él chupaba con dedicación, acariciando su clítoris, pasando la lengua por sus labios, por su entrada vaginal. Ella soltó el vibrador y lo dejó apoyado en la cama, y con sus manos tomó la cabeza de Jorge, extasiada. Él comenzó a penetrarla con su lengua, cada vez con mayor velocidad, y ella empezó a gritar, sintiendo que estaba por venirse. Él continuó metiendo y sacando su ...