1. Trío de ases


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... seguir jugando.
    
    - ¿Sin dinero? Puedo bajar al cajero a por más.
    
    - S: No hace falta, podemos apostar de otra forma.
    
    - ¿Cómo?
    
    - S: Si ganas te llevas la pasta, si pierdes te quitas una prenda.
    
    - V: Así jugamos nosotras, pero al revés. Los tíos se creen que nos van a ver desnudar y nos acabamos llevando todos los dólares.
    
    Era una proposición bastante arriesgada e indecente. Pero, estúpido de mí, estaba convencido de que podía ganar y acepté. Fui perdiendo la ropa sin ganar un solo céntimo. Mis primas se reían de mí, de lo empeñado que estaba en seguir jugando pese a estar a un paso de quedarme en bolas. Estaba tan obcecado que me daba igual. Como solo me quedaban los calzoncillos, las mellizas, convencidas de su suerte, propusieron algo que les pareció muy divertido. Si ganaba yo, me quedaría todo el dinero, pero si ganaban ellas tendría que quitarme la última prenda y bajar a la calle desnudo. Llegados a ese punto, no me podía echar a atrás.
    
    Por primera vez en mucho rato, la suerte me sonrió. Les tocaron unas cartas nefastas y de repente me vi con todo el dinero de la noche en mis manos. Lo celebré como si me hubiera tocado el premio gordo, pero el juego es un vicio y quería más.
    
    - ¿Ahora qué, listillas?
    
    - S: Exigimos una revancha.
    
    - No tenéis dinero.
    
    - V: Pagaremos prenda.
    
    - De eso nada, sois expertas.
    
    - V: Nos lo jugamos otra vez a todo o nada y si ganas nos puedes pedir lo que quieras.
    
    Acepté el trato sin tener nada en mente, solo seguir apostando. Tras el reparto de cartas volví a verme en una situación favorable, pero no me podía confiar. No había opción de elevar la apuesta o retirarse, el que tuviera mejor mano ganaría. Con aire triunfal a la par que cauteloso, mis primas mostraron una doble pareja de ochos y treses. Me mostré derrotado, aunque por dentro estaba lanzando fuegos artificiales. Cartas boca arriba: trío de ases.
    
    Las muchachas maldijeron en inglés, mientras yo, todavía en calzoncillos bailaba sobre la silla. Se me pasaron por completo las ganas de apostar. Desde esa posición, la visión del escote de Violet, unido a mi última jugada, me dio una idea muy loca. Ellas me habían dicho literalmente que les podía pedir lo que quisiera.
    
    - V: Muy bien, el dinero es tuyo. Ahora dinos lo que quieres.
    
    - Trío de ases.
    
    - S: Ya lo hemos visto, enhorabuena.
    
    - No me estáis entendiendo, quiero un trío con vosotras.
    
    Aquella petición dibujó la confusión en el rostro de las hermanas. No era de extrañar, se me había ido la cabeza por completo. Si se lo tomaban a mal, era posible que el californiano, que rondaba los dos metros, cruzara el océano para partirme las piernas. Pero si colaba, si esas delicias eran de las que pagan sus deudas, podría ser algo bestial.
    
    - S: ¿Se te ha olvidado que somos familia?
    
    - V: Scarlett, un trato es un trato.
    
    - S: ¿Cómo vamos a follar con nuestro primo?
    
    - V: Cosas peores hemos hecho.
    
    - S: Sí, pero no juntas.
    
    Les dije que ellas no tendrían que ...